Las autoridades han detenido a la responsable de una guardería en Nueva York y a un inquilino que vivía en el mismo edificio, después de que un bebé de un año falleciera y otros tres niños enfermaran por un posible consumo de fentanilo.
Cuatro niños, con edades comprendidas entre los 8 meses y los 2 años, presentaron signos de una posible sobredosis de opioides después de haber pasado tiempo en la guardería Divino Niño, ubicada en el Bronx.
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Nicholas Dominici, el bebé de un año, lamentablemente perdió la vida en el hospital local, y las circunstancias de su fallecimiento están siendo investigadas por un médico forense. Los otros tres niños fueron reanimados con Narcan, un fármaco utilizado para revertir las sobredosis, según informaron las autoridades.
La policía arrestó a Grei Méndez, la propietaria de las instalaciones de la guardería, de 36 años, y a Carlisto Acevedo Brito, el inquilino del edificio, de 41 años. Ambos enfrentan cargos de asesinato por indiferencia depravada, agresión y posesión criminal de narcóticos, incluido el fentanilo.
Durante una operación domiciliaria realizada a principios de este año en la sección Kingsbridge del Bronx, la policía encontró una prensa de kilos en la guardería, un dispositivo utilizado para empacar grandes cantidades de drogas.
Nueva York, al igual que gran parte del país, ha experimentado un aumento en las muertes relacionadas con los opioides, siendo el fentanilo la principal causa en la mayoría de los casos. Este opioide sintético puede ser más de 50 veces más potente que la heroína.
El alcalde de Nueva York, Eric Adams, expresó en una conferencia de prensa que la muerte de Dominici resalta los desafíos que enfrenta la ciudad en su lucha contra los opioides, describiéndolo como una «crisis real» y una «verdadera llamada de atención para las personas que tienen opioides o fentanilo en sus hogares«. Adams enfatizó que el simple contacto con estas sustancias es mortal para un adulto y extremadamente peligroso para un niño. Varios estudios han demostrado que cada vez más jóvenes mueren debido a sobredosis involuntarias de drogas, siendo los opioides las sustancias más comunes que contribuyen a estas tragedias entre los niños pequeños.