Este domingo se ha registrado un ataque con misil contra el cuartel general de la Fuerza Interina de Naciones Unidas en Líbano (FINUL), actualmente bajo el liderazgo de España, sin que se hayan reportado víctimas. El incidente plantea interrogantes sobre la seguridad en la región y la necesidad de investigar su origen.
Según ha informado Andrea Tenenti, portavoz de la FINUL, el cuartel general ubicado en Naqura fue blanco de un misil. Afortunadamente, no se han producido heridos ni víctimas como resultado del ataque. Tenenti no ha proporcionado detalles sobre la procedencia del misil, lo que genera incertidumbre sobre quién podría estar detrás de este incidente.
El primer ministro en funciones de Líbano, Nayib Mikati, se ha puesto en contacto con las autoridades españolas para obtener información sobre las circunstancias del ataque. Mikati expresó su solidaridad ante este suceso, aunque tampoco se dispone de información concreta sobre la fuente del proyectil.
El incidente ocurrió en un contexto de recrudecimiento de la violencia en la zona fronteriza, con múltiples ataques con misiles perpetrados por el grupo chií Hizbulá contra puntos en el norte de Israel. En respuesta, Israel ha empleado artillería y bombardeos aéreos. Estos enfrentamientos se suman a una serie de ataques cruzados entre las fuerzas israelíes y Hizbulá a lo largo de la frontera, incluyendo acciones reclamadas por facciones palestinas en territorio libanés.
La FINUL, que cuenta con la participación de casi 10.000 cascos azules de 49 países diferentes y es actualmente liderada por España, opera en la franja meridional de Líbano, desde la frontera con Israel hasta el río Litani. Más de 650 militares españoles forman parte de esta misión de mantenimiento de la paz, en cumplimiento de las resoluciones 425 y 426 (1978) del Consejo de Seguridad de la ONU, las cuales fueron renovadas posteriormente en la resolución 1701 de 2006.
Desde el inicio de los enfrentamientos en la frontera la semana pasada, los Cascos Azules han instado repetidamente a las partes involucradas a ejercer la contención y han subrayado su constante comunicación con las autoridades en ambos lados de la divisoria para prevenir malentendidos y contribuir a la estabilidad en la región.