En medio de las crecientes tensiones en Israel, su primer ministro, Benjamín Netanyahu, lanzó un contundente mensaje al grupo chií Hezbolá, advirtiéndole de las graves consecuencias que enfrentaría si decidiera apoyar a Hamás. Netanyahu declaró enérgicamente: «cometerá el peor error de su vida» y recordará con nostalgia el conflicto de 2006.
En una visita reciente a las fuerzas armadas israelíes, Netanyahu reafirmó su compromiso de responder con firmeza. «Golpearemos a Hezbolá con una fuerza que ni siquiera puede imaginar y las consecuencias para ellos y para el Líbano serán devastadoras”. A sus soldados, les aseguró: “Sé que habéis perdido amigos y es algo muy difícil, pero estamos en la lucha de nuestra vida, una lucha por nuestro hogar. Eso no es una exageración, así es esta guerra. Se trata de matar o morir, y es necesario matarlos”.
Esta visita no fue una instancia aislada. La semana pasada, el líder israelí había estado con las tropas, indagando sobre su preparación para un posible enfrentamiento más amplio, especialmente dado el tenso ambiente en Gaza. En sintonía con este ambiente, el Ministro de Defensa de Israel, Yoav Gallant, también se reunió con las fuerzas en la frontera de Gaza, insinuando una pronta acción: pronto verían el enclave «desde dentro».
Desde 2006, no se había experimentado un nivel similar de tensión en la frontera entre Israel y Líbano. Durante ese año, se produjo un conflicto armado que duró quince días entre las fuerzas israelíes y Hezbolá. Recientemente, la milicia libanesa ha intensificado sus acciones, lanzando una variedad de misiles y proyectiles hacia Israel. Como respuesta, Israel ha llevado a cabo operaciones aéreas y de artillería.
Hezbolá ha reivindicado múltiples ataques en un solo día, provocando una fuerte respuesta de Israel. Las acciones de Hamás, que culminaron con un ataque el pasado día 7, han exacerbado la situación, resultando en la pérdida de 1.400 vidas y más de 200 secuestros.
Naim Qasem, el vicesecretario general de Hezbolá, ha mostrado una postura desafiante, sugiriendo que el grupo podría intervenir activamente si Israel sigue avanzando en Gaza. Frente a esta postura, Gallant enfatizó que Hezbolá «pagará un precio muy alto» por su implicación en el conflicto.
Israel ha tomado medidas, evacuando 14 comunidades cercanas a la frontera con Líbano, sumándose a las 28 evacuadas previamente. Además, se extendió la evacuación a Kyriat Shemona, una ciudad de 23.000 habitantes.