En el escenario que se está viviendo de creciente tensión en Oriente Medio, la Oficina de Derechos Humanos de las Naciones Unidas (ONU) ha manifestado su preocupación acerca de la legitimidad de los recientes bombardeos aéreos israelíes en el campo de refugiados de Yabalia, ubicado en el norte de Gaza.
El organismo ha señalado a través de la plataforma X que «Dado el elevado número de víctimas civiles y la escala de destrucción tras los ataques aéreos israelíes en el campo de refugiados de Jabalia, nos preocupa seriamente que se trate de ataques desproporcionados que podrían constituir crímenes de guerra.»
Este temor surge tras el reporte de un segundo ataque en menos de 24 horas al mencionado campo de refugiados por parte de Israel. Las fuentes oficiales palestinas, particularmente la agencia Wafa, informaron que el primer ataque resultó en la trágica muerte de al menos 50 personas. El posterior bombardeo, según la misma agencia, ha dejado «decenas de muertos y heridos». Además, destacan que entre las víctimas podrían encontrarse numerosas mujeres y niños.
El Ejército israelí ha justificado su acción, argumentando que su objetivo principal era un comandante de Hamás. Además, han asegurado que, como resultado del ataque, tanto el comandante como alrededor de 50 milicianos que se encontraban ocultos en túneles de la zona han perdido la vida.
Sin embargo, estas acciones no han pasado desapercibidas en el escenario internacional. Josep Borrell, alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores, ha expresado su consternación, afirmando estar «horrorizado» por el «alto número de víctimas». Borrell ha recordado la imperativa necesidad de proteger a la población civil, subrayando que esta responsabilidad es «no sólo una obligación moral sino también legal».
De forma paralela, España se ha manifestado al respecto. José Manuel Albares, Ministro de Asuntos Exteriores, ha replicado el sentimiento de Borrell, declarándose igualmente «horrorizado» ante la situación. En un mensaje publicado en la red social X, Albares ha enfatizado: «Queremos paz y seguridad para todos en Oriente Medio».
Es evidente que la complejidad de la situación en Oriente Medio continúa siendo una preocupación para la comunidad internacional. Las acciones militares y sus consecuencias civiles siguen generando debates sobre los límites y responsabilidades en contextos de conflicto.
Mucho ‘horrorizado’ pero nada de sanciones ni proceso penal.