Las recientes declaraciones del presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, durante su gira por Israel, Cisjordania y Egipto, han generado tensiones diplomáticas, siendo Israel el primer país en expresar su descontento. Sánchez afirmó desde Rafah, en el único paso fronterizo abierto con la Franja, que «ha llegado el momento para que la comunidad internacional y especialmente la UE tomen una decisión sobre el reconocimiento del Estado palestino«. En caso contrario, España tomaría sus propias decisiones.
Qatar informa que el alto al fuego entre Israel y Hamás comenzará el viernes
Estas palabras no han sido bien recibidas por Israel, que convocó a la embajadora española, Ana María Salomón Pérez, para una «dura conversación de reprimenda«. También se extendió la crítica a Bélgica, representada por el primer ministro Alexander De Croo, quien acompañó a Sánchez en la gira.
El ministro de Exteriores israelí, Eli Cohen, calificó las afirmaciones de los líderes de España y Bélgica como un «apoyo al terrorismo» y anunció que los embajadores serán convocados para una «dura conversación de reprimenda«. Israel defendió su actuación conforme al Derecho Internacional y acusó a una organización terrorista en Palestina de cometer crímenes de guerra y contra la humanidad.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, condenó «rotundamente» las declaraciones de Sánchez y De Croo, argumentando que no señalaron claramente a Hamás por los crímenes cometidos. En respuesta, el ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, calificó las acusaciones como «totalmente falsas e inaceptables» y anunció una respuesta «oportuna» de España.
Las palabras de Sánchez recibieron respaldo en España por parte de la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, quien considera justo reconocer el Estado palestino. Sin embargo, desde el PP critican las declaraciones de Sánchez, alegando que dificultan el consenso europeo y generan tensiones diplomáticas innecesarias.
Este episodio representa la tensión más grave entre Israel y España desde los ataques de Hamás en octubre, marcando un punto crítico en las relaciones diplomáticas entre ambos países.