La situación actual de las enfermedades respiratorias a nivel mundial y su impacto en China es el foco de una investigación en curso por parte de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Con un notable incremento en las infecciones respiratorias, especialmente en China, hospitales infantiles en áreas como Pekín y Liaoning están sobrecargados de niños que buscan tratamiento para la neumonía.
China atraviesa un periodo crítico con altos índices de enfermedades respiratorias, donde la gripe y la infección por Mycoplasma pneumoniae son prevalentes. Sin datos concretos a nivel nacional, hospitales como el Primer Hospital Afiliado de la Universidad de Medicina China de Henan reportan unas 2.000 visitas diarias a pediatría, de las cuales el 70% están relacionadas con infecciones respiratorias.
La neumonía por Mycoplasma, causada por la bacteria Mycoplasma pneumoniae, es conocida como neumonía atípica debido a que sus síntomas difieren de los de la neumonía causada por otras bacterias comunes. Estas bacterias, sin pared celular, son responsables de una variedad de síntomas e infecciones. Antes de la pandemia de COVID-19, el Mycoplasma pneumoniae era un causante habitual de infecciones respiratorias, con una incidencia mundial del 8,61% entre 2017 y 2020.
Las restricciones impuestas durante la pandemia de COVID-19 redujeron la incidencia de este patógeno, pero sigue siendo una causa común de neumonía atípica. La OMS está profundizando en el origen de esta infección, tanto a nivel mundial como específicamente en China. Según la doctora Van Kerkhove de la OMS, ha habido un aumento sostenido de casos de neumonía por Mycoplasma en los últimos meses.
Se espera un aumento global de infecciones respiratorias, especialmente en niños en edad escolar y en el hemisferio norte, coincidiendo con los meses más fríos del año. El Mycoplasma pneumoniae se transmite a través del contacto con gotitas respiratorias de personas infectadas, y sus síntomas comunes incluyen fiebre, tos, bronquitis, dolor de garganta, dolor de cabeza y cansancio, con una duración que oscila entre una semana y un mes.
Finalmente, la resistencia a los antibióticos es un desafío global, especialmente en el Pacífico occidental y el sudeste asiático, como señala la jefa de la Unidad de Enfermedades Emergentes y Zoonosis de la OMS.
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