El diputado italiano Leonardo Donno, quien el miércoles fue evacuado en silla de ruedas de la Cámara de Diputados tras una pelea con miembros de Hermanos de Italia y la Liga, ha declarado este jueves que fue víctima de una «agresión en grupo» y ha lamentado el silencio del Gobierno.
El incidente ocurrió durante el debate sobre la ley de autonomía diferenciada para las regiones. Donno, del Movimiento 5 Estrellas (M5S), sacó una bandera italiana y, al intentar entregársela al ministro de Asuntos Regionales, Roberto Calderoli, como señal de protesta, fue interceptado por otros diputados. En una entrevista con la RAI, Donno explicó que su gesto era «tranquilo, simbólico y pacífico», pero lo que siguió fue una «violencia sin precedentes«. «Intentaron por todos los medios darme, con patadas y puñetazos», relató.
El diputado del M5S ha subrayado que no ha recibido «ni una sola palabra de distanciamiento» de miembros de los partidos del Gobierno ni de integrantes del Ejecutivo. Sin embargo, agradeció el papel de los trabajadores de la Cámara, quienes intervinieron en el tumulto.
La oposición también busca modificar las actas parlamentarias del miércoles. El diputado Federico Fornaro, del Partido Democrático (PD), cuestionó que se describan los hechos como «desórdenes», considerando que fue «una clara agresión política», según la agencia AdnKronos. La líder del PD, Elly Schlein, llamó a no caer en «provocaciones» y anunció contactos con otras formaciones opositoras para una posible acción conjunta.
Alegaciones de la derecha
Por su parte, los diputados de Hermanos de Italia y la Liga han acusado a Donno de iniciar la agresión al acercarse al ministro. El miembro de la Liga, Igor Lezzi, quien aparece en las imágenes intentando agredir a Donno en varias ocasiones, alegó que no llegó a alcanzarle. El líder de Forza Italia, Antonio Tajani, ministro de Exteriores, dejó claro que ningún diputado de su partido estuvo implicado y aseguró que la «riña» tuvo su origen en la actitud de Donno, que «podría haberse evitado». No obstante, señaló: «La Cámara no es un ring».
Este episodio subraya las crecientes tensiones políticas en Italia, donde los enfrentamientos en el Parlamento reflejan la polarización en el país. La denuncia de Donno y la respuesta de los partidos de derecha indican un escenario cada vez más conflictivo y divisivo.