Entradilla: La Fiscalía de Bolivia ha decidido reabrir la investigación contra encubridores del cura español Luis Roma Pedrosa, conocido como Lucho Roma, quien abusó de más de un centenar de niñas indígenas. A pesar de su fallecimiento en 2019, nuevas pruebas apuntan a posibles responsabilidades de sus cómplices.
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La Fiscalía de Bolivia ha anunciado este lunes la reapertura de la investigación contra el cura español Luis Roma Pedrosa, conocido como Lucho Roma, quien durante décadas abusó de más de un centenar de niñas indígenas y falleció en 2019 a los 84 años. Con nuevas pruebas en mano, las autoridades buscan ahora responsabilizar a los encubridores de estos crímenes.
«La investigación se realizará por el delito de encubrimiento en contra de quienes habrían tomado conocimiento de las agresiones sexuales cometidas en contra de menores de edad y no denunciaron el hecho ante las instancias pertinentes», ha explicado el fiscal general, Juan Lanchipa Ponce. Lanchipa subrayó que «el principal autor de estos abusos falleció en 2019».
El caso ‘Padre Roma’, que se encontraba en la Fiscalía Departamental de Santa Cruz, se cerró previamente por falta de elementos probatorios suficientes para sustentar una imputación. Sin embargo, con las nuevas pruebas, ahora se cuenta con «la posibilidad de contar con testigos que puedan coadyuvar en la reapertura de la investigación», agregó Lanchipa.
Además, Lanchipa ha solicitado la creación de una unidad especial para prevenir estos casos, enfatizando que «los niños no pueden correr ese riesgo con estas personas». También ha instado a la sociedad a denunciar hechos similares ocurridos en el pasado.
Este anuncio se produce apenas un día después de que el periódico ‘El País’ revelara el diario personal del cura, en el que relataba los abusos cometidos entre 1994 y 2005 durante su estancia como misionero en Charagua, al sureste del país. Roma, además, fotografió y grabó en vídeo sus crímenes. Los jesuitas llevaron a cabo una investigación interna que confirmó los delitos pero no los reportaron a las autoridades.
Tras la publicación, la Compañía de Jesús (Jesuitas) en Bolivia afirmó que «no protegerá a nadie que tenga responsabilidad en los casos de abusos, porque las víctimas son la prioridad», y mostró su disposición a colaborar con la Justicia del país, tanto en el caso ‘Padre Roma’ como en cualquier otro que considere oportuno, ante la evidencia del testimonio de víctimas y las nuevas pruebas.
«Las actuales autoridades a cargo tenemos la obligación moral de no obrar como se hizo en el pasado, digno de enérgica condena. Por ello, además de haber materializado su colaboración con las investigaciones (…) presentando denuncias con la documentación con la que se contaba, en una línea de absoluta transparencia para que se conozca la verdad de los hechos, urgimos a la Fiscalía a reabrir el caso», reza un comunicado.
Asimismo, la orden religiosa reconoció «con profundo pesar que las actuaciones de quienes estuvieron a cargo de atender las denuncias de abusos sexuales a niñas, niños y adolescentes y actuar en favor de las víctimas fueron negligentes, indolentes y nefastas». Por ello, han sostenido que «quienes obraron de esa manera deberán hacerse responsables de sus acciones en el manejo de tales situaciones según establezca» la ley.