Las declaraciones de Everth Veloza, alias ‘HH’, han expuesto nuevas revelaciones sobre la relación de grandes corporaciones con los grupos paramilitares en Colombia. Estas revelaciones no solo implican a Chiquita Brands, sino también a gigantes como Coca-Cola y Postobón. Veloza afirma que estos pagos fueron realizados de manera voluntaria y no bajo coerción, como las empresas han alegado previamente. Además, Chiquita Brands enfrenta actualmente varias batallas legales en Europa relacionadas con el uso de su marca. Este artículo profundiza en las declaraciones de ‘HH’, el impacto de estas revelaciones y las implicaciones legales y éticas para las empresas involucradas.
Alias ‘HH’ y la verdad de los pagos a las AUC
En una reciente entrevista con Julio Sánchez Cristo en W Radio, el exparamilitar ‘HH’ desmintió las declaraciones de Chiquita Brands sobre la supuesta coerción para financiar a las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC). Según ‘HH’, los aportes realizados por la multinacional fueron voluntarios y no producto de amenazas o extorsiones, como ha sostenido la compañía en múltiples ocasiones.
Contexto hstórico
Desde los años 90, Chiquita Brands ha sido vinculada con la financiación de grupos armados en Colombia, incluyendo a las AUC y, en menor medida, a las guerrillas de las FARC y el ELN. La empresa ha admitido públicamente haber realizado pagos a estos grupos, argumentando que estos se dieron bajo coerción para proteger a sus empleados y operaciones en zonas de conflicto. Como ya contamos en el primera entrega de la serie dossier «Financiadores del terror en Colombia»
Revelaciones de ‘HH’
‘HH’, cuyo nombre real es Everth Veloza, fue uno de los líderes más prominentes de las AUC y está actualmente encarcelado en Estados Unidos. En la entrevista, afirmó que en ningún momento los pagos de Chiquita Brands fueron realizados bajo amenaza. «Los aportes fueron completamente voluntarios,» aseguró ‘HH’, añadiendo que estos pagos eran parte de una estrategia de la empresa para mantener buenas relaciones con los grupos paramilitares y asegurar su dominio territorial en áreas clave para su operación bananera.
Coca-Cola y Postobón también implicadas
Más impactante aún fue la revelación de Veloza de que otras grandes corporaciones, como Coca-Cola y Postobón, también hicieron aportes significativos a las AUC. Estas declaraciones sugieren un patrón sistemático de financiación a grupos paramilitares por parte de varias multinacionales operando en Colombia durante los años de conflicto. «Todas las bananeras pagaban voluntariamente,» afirmó Veloza, destacando la complicidad de estas empresas en la financiación de los grupos armados que aterrorizaban a la población civil.
Impacto de las revelaciones
Reacciones Inmediatas
Las declaraciones de ‘HH’ han generado una ola de reacciones tanto a nivel nacional como internacional. Organizaciones de derechos humanos han pedido una investigación exhaustiva y la rendición de cuentas por parte de las empresas implicadas. Los medios de comunicación han destacado la gravedad de estas revelaciones, aumentando la presión sobre las multinacionales para que respondan a las acusaciones.
Implicaciones para las empresas
Las afirmaciones de Veloza no solo manchan la reputación de Chiquita Brands, Coca-Cola y Postobón, sino que también podrían tener implicaciones legales significativas. Si se demuestra que los pagos fueron voluntarios, estas empresas podrían enfrentar cargos por complicidad en crímenes de guerra y violaciones de derechos humanos. Esto podría llevar a sanciones severas y demandas por parte de las víctimas del conflicto armado.
La batalla judicial en Europa
Paralelamente, Chiquita Brands ha estado envuelta en una serie de litigios en Europa relacionados con el uso de la marca. Recientemente, la empresa española Jara 2000, propietaria de la marca Red Queen, demandó a Chiquita Brands por el uso de una marca similar, Chiquita Queen.
Contexto del litigio
El conflicto judicial en Europa se centra en el uso de marcas comerciales y la protección de la propiedad intelectual. Jara 2000 alega que Chiquita Brands infringió su marca registrada Red Queen al comercializar productos bajo el nombre Chiquita Queen, lo cual podría confundir a los consumidores y dañar su negocio.
A pesar de los argumentos presentados por Chiquita Brands, el tribunal europeo desestimó la solicitud de la multinacional de declarar nulo el reglamento europeo que protegía la marca Red Queen. No obstante, mientras el litigio sigue sin una resolución final, Chiquita Brands tiene permiso temporal para seguir utilizando la marca Chiquita Queen en sus productos bananeros en Europa.
Implicaciones para Chiquita Brands
El fallo del tribunal europeo, aunque no definitivo, representa un golpe significativo para Chiquita Brands, que busca mantener su presencia en el mercado europeo. La demanda de Jara 2000 destaca la tensión entre las empresas locales y las multinacionales, y cómo las disputas sobre propiedad intelectual pueden tener amplias repercusiones comerciales.
¿Un apoyo insuficiente a las víctimas?
La situación descrita pone de manifiesto una serie de reflexiones sobre el papel de las multinacionales en contextos de conflicto y la respuesta de los sistemas judiciales y políticos. A pesar de las múltiples condenas y las pruebas que señalan a Chiquita Brands como financiadora de grupos armados en Colombia, la empresa sigue operando y expandiendo su influencia comercial. Como avanzamos en la segunda entrega de nuestra serie dossier «Financiadores del terror en Colombia»
Apoyo a las víctimas
La falta de un apoyo claro y contundente a las víctimas por parte de los líderes políticos europeos y los medios de comunicación plantea serias dudas sobre la ética y la justicia en estos casos. Premiar a una multinacional que ha sido condenada por financiar el terror en Colombia no solo perpetúa la impunidad, sino que también socava la credibilidad de los sistemas judiciales y políticos internacionales.
Repercusiones Internacionales
Las revelaciones de ‘HH’ han puesto nuevamente en el foco de atención la responsabilidad de las multinacionales en contextos de conflicto. Organizaciones internacionales y gobiernos han comenzado a cuestionar la ética de permitir que estas empresas sigan operando sin mayores sanciones. Además, hay llamamientos a fortalecer las regulaciones internacionales que aseguren la transparencia y responsabilidad de las corporaciones globales.
Posibles acciones legales
Con el creciente escrutinio, es probable que se inicien nuevas acciones legales contra Chiquita Brands, Coca-Cola y Postobón. Estas podrían incluir demandas por parte de víctimas del conflicto en Colombia, así como investigaciones internacionales que busquen establecer la verdad detrás de los pagos voluntarios a las AUC.
Cambios Necesarios en las Políticas Corporativas
Las empresas multinacionales deben reconsiderar sus políticas y prácticas en zonas de conflicto. Es esencial que adopten medidas de diligencia debida para asegurar que sus operaciones no contribuyan a la violencia y la inestabilidad. La transparencia y la rendición de cuentas deben ser pilares fundamentales de su estrategia corporativa.
El rol de los consumidores
Los consumidores también juegan un papel crucial en este proceso. Al tomar decisiones informadas y exigir mayor responsabilidad a las empresas, pueden contribuir a un cambio significativo. Boicots, campañas de concienciación y apoyo a las iniciativas de transparencia corporativa son herramientas poderosas para impulsar una conducta empresarial más ética.
El escándalo en torno a Chiquita Brands, Coca-Cola y Postobón, tal como lo revela ‘HH’, no solo ilumina el lado oscuro de las operaciones comerciales en zonas de conflicto, sino que también plantea preguntas difíciles sobre la responsabilidad corporativa y la justicia. Mientras los pleitos judiciales continúan en Europa, es crucial que los sistemas judiciales y políticos no solo castiguen a las empresas culpables, sino que también aseguren un apoyo real y efectivo para las víctimas de estos conflictos.
El camino hacia la verdadera justicia es largo y complejo, pero debe incluir una rendición de cuentas completa por parte de las corporaciones involucradas y un compromiso firme de las autoridades globales para proteger los derechos humanos y promover la ética en los negocios internacionales.
En el próximo artículo del dossier «Financiadores del terror en Colombia», recordaremos cómo el periodista colombiano Hollman Morris, hoy gerente de RTVC – Televisión, ya contó hace 15 años en una entrevista con el excomandante paramilitar «HH» cómo empresas importantes multinacionales bananeras, azucareras y otras financiaron a los grupos paramilitares. En la actualidad, este periodista se ha visto envuelto en denuncias de mujeres, subordinadas y trabajadores, por acoso laboral, según contaron los medios colombianos Blu Radio, W Radio y Semana TV, entre otros.