Los desprendimientos de tierra en Kerala (India) han arrancado árboles y destruido puentes y casas. Además, el número de muertos en los últimos días ha ascendido al menos a 194 personas, mientras que 186 han resultado heridas.
Los equipos de rescate siguen tratando de recuperar al mayor número posible de personas. Hasta ahora se ha rescatado a más de 8.300 personas. La Fuerza Nacional de Respuesta a Desastres, el ejército, la Marina y la Fuerza aérea participan en las labores de rescate. Los medios de comunicación locales de Kerala dijeron que las víctimas eran principalmente trabajadores de plantaciones de té que vivían en pequeñas casas y frágiles refugios.
Aunque Kerala es un popular destino turístico, las actividades turísticas se interrumpieron a partir del lunes debido a las fuertes lluvias, por lo que fueron los residentes locales quienes más sintieron el impacto.
Declaraciones de oficiales indios
El Ministro Principal, Pinarayi Vijayan, argumentó que esto había ayudado a reducir el número de víctimas, que podría haber sido mucho mayor. Calificó las condiciones meteorológicas de «impredecibles» debido a las circunstancias del cambio climático y las catástrofes naturales. Esto se debe a la previsión que sólo había pronosticado 8 pulgadas de precipitaciones, pero la región acabó recibiendo 22,5 pulgadas.
La ministra de Sanidad del estado, Veena George, ha declarado que «estamos intentando por todos los medios rescatar a nuestra gente».
Por su parte, el primer ministro indio, Narendra Modi, se declaró «afligido por los corrimientos de tierra» y ha concedido una indemnización de 200.000 rupias (2.208 euros) a las familias de las víctimas. Mientras, los diputados de la oposición en el Parlamento indio afirmaron que estos corrimientos de tierra deberían declararse desastre nacional.
El ejército indio ha empezado a construir un puente alternativo para sustituir al que fue arrasado y que une la zona de Mundakkai con la ciudad de Chooralmala.
Kerala no es ajena a las fuertes lluvias, las inundaciones y los corrimientos de tierra, y Wayanad, especialmente durante la actual temporada de monzones, es susceptible de sufrirlos. En 2018, Kerala sufrió inundaciones en las que murieron más de 400 personas.
La temporada de lluvias en el sur de Asia, de junio a septiembre, aunque alimenta la agricultura y ayuda a los agricultores y residentes de la región, también es responsable de catástrofes naturales devastadoras como inundaciones excesivas y corrimientos de tierra. Algunos expertos sostienen que el cambio climático ha aumentado la escala y frecuencia de estos desastres.