Actualmente, Debby se ha degradado a tormenta tropical de 50 mph, por lo que ahora la principal preocupación es la previsión de que desate altos niveles de lluvia y los riesgos de inundación. Según el Centro Nacional de Huracanes, se dirige desde Florida hacia Georgia y Carolina del Sur.
Además, según la Patrulla Fronteriza estadounidense, los vientos de Debby dispersaron 25 paquetes de cocaína, valorados en más de un millón de dólares, en la playa de los Cayos de Florida.
Se trata de la cuarta tormenta de la temporada de huracanes en el Atlántico, y se desplaza lentamente a una velocidad de 6 mph, según el Centro Nacional de Huracanes. La lentitud es problemática dado que le da más tiempo para emitir niveles peligrosos de precipitaciones en una zona concreta. El director adjunto del Centro de Huracanes, Jamie Rhome, afirmó que este ritmo podría provocar «inundaciones catastróficas».
Muertes e impactos de la tormenta
Se ha informado de que se trata de una tormenta especialmente mortífera, con al menos cinco muertes confirmadas. Hasta el momento se han confirmado cuatro muertes en Florida y una en Georgia.
En el condado de Levy murió un niño de 13 años por la caída de un árbol sobre su casa, en el condado de Dixie murieron una mujer y un niño de 12 años en un accidente de coche. En Georgia murió un joven de 19 años al caerle un árbol de gran tamaño en el porche de su casa.
Carolina del Sur y Georgia están advertidos de que podrían llegar hasta 20 pulgadas de lluvia a sus costas mientras la tormenta se desplaza hacia el noreste.
Asimismo, la tormenta ha dejado sin electricidad a más de 158.000 personas en Florida y Georgia, según la web de seguimiento Poweroutage.us. El Departamento de Policía de Sarasota, Florida, ha rescatado a 500 personas de sus casas, en medio de las inundaciones. El jefe de bomberos del condado de Sarasota, David Rathbun, anunció a través de las redes sociales que «hemos tenido el doble de la cantidad de lluvia que se nos había pronosticado». Según el gobernador de Florida, Ron DeSantis, 3.000 miembros de la Guardia Nacional han sido llamados para responder al problema.
En los estados de Florida, Georgia y Carolina del Norte, los legisladores han declarado el «estado de emergencia». Para el resto de la semana se prevén inundaciones y cortes de electricidad. Posteriormente, el Presidente Joe Biden permitió una solicitud de declaración de emergencia por parte del gobernador de Carolina del Sur para aumentar los suministros de ayuda a la zona.
La Casa Blanca ha anunciado que está siguiendo de cerca los movimientos de Debby y que se están desplegando provisiones de emergencia del ejército y la guardia costera estadounidenses.
Según los meteorólogos, la temporada de huracanes, que va del 1 de junio al 30 de noviembre, será muy intensa este año. La Administración Nacional Oceánica y Atmosférica ha pronosticado que en 2024 podrían producirse 25 tormentas tropicales, de las cuales entre ocho y trece podrían convertirse en huracanes. En general, se cree que el cambio climático puede estar exacerbando las posibilidades de que se produzcan huracanes de ritmo lento.
—English version–
Tropical Storm Debby hits Florida, Georgia and the Carolinas (United States)
Storm Debby, which was initially regarded as a category 1 hurricane, began on Monday, hitting Florida’s Big Bend region near Steinhatchee with 80mph winds
Now, Debby has been downgraded to a 50 mph tropical storm, it is predicted to unleash high levels of rain and flooding hazards are the main concern. It is travelling from Florida into Georgia and South Carolina according to the National Hurricane Centre.
Furthermore, according to the US Border Patrol, the winds of Debby dispersed 25 packages of cocaine, worth more than 1 million dollars into the Florida Keys beach.
It is the fourth storm of the Atlantic hurricane season, and it reported to be moving slowly at a speed of 6mph says the National Hurricane Centre. The slow speed is problematic given that it gives it more time to emit dangerous levels of rainfall in a specific area. Deputy director of the Hurricane Centre, Jamie Rhome said the pace could lead to “catastrophic flooding”.
Deaths and impacts of the storm
It has been reported as a particularly deadly storm with at least five deaths confirmed. Four deaths have been confirmed in Florida and one in Georgia so far.
The deaths include an 13 year-old boy killed by a tree falling on their home in Levy County, a Lorry driver lost control steering into a canal and was found dead and a car crash in Dixie County saw a woman and a 12-year-old killed by the storm. The death in Georgia was a 19-year-old killed by a large tree falling on their home’s porch.
South Carolina and Georgia are warned that they could be expecting up to 20 inches of rain on their coasts as the storm is moving northeast.
The storm has cut off more than 158,000 people from electricity in Florida and Georgia according to the tracking website Poweroutage.us. The Sarasota Police Department, Florida have rescued 500 people from their homes, in the midst of the floods. Sarasota County Fire Chief David Rathbun announced via social media that “we’ve had twice the amount of rain that was predicted for us to have”. According to Florida Governor Ron DeSantis, 3,000 National Guard members have been called to respond to the issue.
In the states of Florida, Georgia and North Carolina, lawmakers have declared “a state of emergency”. For the rest of the week, flooding and power outages have been forecasted. Subsequently President Joe Biden allowed an emergency declaration request by the governor of South Carolina to augment aid supplies for the area.
The White House has announced it is closely following the movement of Debby and that emergency provisions from the US Army and US Coast Guard are being deployed.
The Hurricane season which runs from 1st June to 30 November is said by forecasters to be busy this year. The National Oceanic and Atmospheric Administration has predicted that 2024 could see 25 named storms in which eight to thirteen could become hurricanes. Overall, it is believed that climate change may be exacerbating the chances of slow -paced hurricanes.