La Fiscalía General de Rusia ha anunciado este lunes que la Fundación Clooney para la Justicia ha sido incluida en la lista de organizaciones «indeseables» por sus actividades supuestamente enfocadas a «desacreditar» al país utilizando la influencia de Hollywood. Esta decisión marca un nuevo episodio en la creciente tensión entre el Kremlin y las organizaciones internacionales que critican su política interna y externa.
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Según las autoridades rusas, la organización fundada por el reconocido actor George Clooney y su esposa, la abogada de derechos humanos Amal Clooney, «apoya activamente a los falsos patriotas» que han abandonado Rusia y a diversas asociaciones, algunas de ellas catalogadas como «terroristas», cuyas actividades también están prohibidas en el país. En su comunicado, la Fiscalía acusa a la fundación de esconderse «detrás de ideas humanitarias» para promover iniciativas que buscan procesar penalmente a los líderes rusos, difundiendo lo que califican como «información pseudo-negativa«.
La decisión de Rusia, que fue difundida por la agencia de noticias TASS, se enmarca en un contexto de creciente hostilidad hacia organizaciones internacionales y actores críticos del régimen ruso. Desde su fundación en Nueva York, la Fundación Clooney para la Justicia ha extendido su presencia a más de 40 países, ofreciendo asistencia jurídica gratuita a víctimas de abusos de los Derechos Humanos. Sin embargo, para las autoridades rusas, estas actividades representan una amenaza a la estabilidad y la imagen del país.
Esta no es la primera vez que una organización con vínculos internacionales enfrenta represalias en Rusia por su trabajo en defensa de los derechos humanos. La medida adoptada contra la Fundación Clooney es un reflejo del endurecimiento de la postura del Kremlin frente a cualquier entidad que considere que podría estar interfiriendo en sus asuntos internos o cuestionando sus políticas.