El director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, ha declarado que la organización está preparada para controlar y detener el brote de mpox, anteriormente conocido como viruela del mono, que ha provocado una alerta internacional desde mediados de agosto. Este brote, originado en la República Democrática del Congo (RDC), ha sido causado por una nueva cepa del virus, más peligrosa y mortal.
Durante una reunión con los Estados miembros, Ghebreyesus destacó que «este nuevo brote de mpox puede controlarse y puede detenerse (…). Para ello se requiere una respuesta internacional integral y coordinada». La OMS ha desarrollado un plan de respuesta que necesitará aproximadamente 120 millones de euros durante los próximos seis meses para abordar la fase más crítica del brote, con la posibilidad de requerir más fondos si las necesidades aumentan.
Colaboración internacional
Ghebreyesus instó a los países a colaborar estrechamente con la OMS, así como con otros organismos internacionales, la sociedad civil, la comunidad científica y la industria farmacéutica, para asegurar una respuesta efectiva. También subrayó que las medidas adoptadas deben adherirse a los principios de «equidad, solidaridad mundial, capacitación de la comunidad, Derechos Humanos y coordinación entre sectores».
En respuesta a la situación en África, la OMS ha asignado 1,45 millones de dólares de su Fondo de Contingencia para Emergencias para apoyar las primeras acciones de vigilancia y control en el continente, y estima que se necesitan 15 millones de dólares adicionales para fortalecer estos esfuerzos. La prioridad de la OMS es contener el brote de mpox lo más rápido posible, evitando así una mayor propagación de esta peligrosa enfermedad.
La OMS llama a reforzar la vigilancia del mpox tras detectarse la nueva variante en Europa