Las autoridades portuguesas han encontrado los cuerpos sin vida de cuatro militares que se encontraban desaparecidos después de que un helicóptero de combate contra incendios cayera este viernes en el río Duero, al norte de Portugal. La búsqueda continúa para localizar a un quinto soldado que también viajaba en el helicóptero.
El capitán del puerto del Duero, Rui Silva Lampreia, informó a los medios que dos de los cuerpos fueron hallados dentro del helicóptero, que quedó sumergido en el río, mientras que los otros dos se encontraban en el agua cerca de la cola de la aeronave, la cual se partió en dos durante el impacto.
Entre los tripulantes, el piloto logró ser rescatado con vida y fue trasladado a un hospital con fracturas en las extremidades inferiores. Sin embargo, otro miembro de la Unidad de Emergencia, Protección y Socorro de la Guardia Nacional Republicana (GNR), que también se encontraba a bordo, sigue desaparecido.
En respuesta a la tragedia, el Gobierno portugués y el presidente Marcelo Rebelo de Sousa han decretado luto nacional para este sábado. La decisión fue tomada en el lugar del accidente, donde se desplazaron el propio Rebelo de Sousa, el primer ministro Luís Montenegro, y la ministra de Administración Interna, Margarida Blasco, según un comunicado emitido por la Presidencia.
Intensa operación de rescate en marcha
Según un comunicado de la GNR, la alerta fue recibida alrededor de las 12:50 hora local, cuando el helicóptero se precipitó al río mientras regresaba de una misión para combatir un incendio en el municipio de Baião, en el norte del país.
El piloto fue rescatado por una embarcación de recreo que estaba en la zona en el momento del accidente. Mientras tanto, en el lugar del siniestro, las labores de búsqueda se han intensificado con la participación de tres equipos de submarinismo, varias embarcaciones, una unidad de drones y personal de la GNR en tierra. En total, 126 efectivos, 43 vehículos terrestres y un medio aéreo se encuentran desplegados en la zona, según la Autoridad Nacional de Protección Civil (ANPC) de Portugal.
El capitán Silva Lampreia subrayó que las causas del accidente aún están bajo investigación, evitando confirmar las especulaciones de medios locales que sugieren que el helicóptero pudo haberse enganchado en cables de alta tensión.