Este miércoles, autoridades del estado de Georgia informaron de un tiroteo en el Instituto Apalachee, ubicado en la ciudad de Winder, que dejó al menos cuatro personas fallecidas y nueve heridos.
El atacante, un joven de 14 años, ha sido arrestado por la Policía. Según Chris Hosey, director de la Oficina de Investigación de Georgia, las víctimas son dos estudiantes y dos profesores. Además, «nueve personas han sido trasladadas a hospitales locales con diversas lesiones», informó Hosey. El agresor, identificado como Colt Gray, aparentemente no tenía relación directa con las víctimas. Las autoridades aún investigan su conexión con la institución, ya que inicialmente se pensó que podría ser un alumno del centro.
Hosey explicó que «el atacante se rindió de inmediato tras ser confrontado por un agente de seguridad del instituto. Al parecer, se dio cuenta de que si no se entregaba, se produciría un enfrentamiento con la Policía. Optó por tirarse al suelo y fue arrestado sin más resistencia Será procesado por cargos de asesinato y será juzgado como adulto». Por su parte, el sheriff del condado de Barrow, Jud Smith, visiblemente conmovido, expresó: «Este sistema escolar es donde estudié, y mis hijos también han pasado por aquí. Mi corazón está con estos niños y nuestra comunidad. El odio no tiene cabida en este condado».
Tiroteos masivos en EE.UU.
El tiroteo en Apalachee forma parte de una preocupante tendencia en Estados Unidos, donde ya se han registrado 385 tiroteos masivos en lo que va de año, según Gun Violence Archive. Esta organización documenta los sucesos de violencia armada en los que al menos cuatro personas resultan heridas o fallecen.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, emitió un comunicado lamentando la tragedia y condenando el acto de violencia. «Jill [Biden, primera dama] y yo estamos profundamente afligidos por las vidas perdidas a causa de esta violencia sin sentido. Nuestros pensamientos están con los sobrevivientes, cuyas vidas han sido irremediablemente transformadas», expresó. Biden también subrayó que «lo que debería haber sido un regreso feliz a clases en Winder, Georgia, se ha convertido en otro doloroso recordatorio de cómo la violencia armada continúa desgarrando nuestras comunidades. Los estudiantes en todo el país están aprendiendo a protegerse en lugar de aprender a leer y escribir No podemos seguir permitiendo que esto se convierta en la norma», subrayó.
Por su parte, el gobernador de Georgia, Brian Kemp, aseguró en redes sociales que ha movilizado «todos los recursos estatales disponibles» para apoyar en la situación y pidió a «todos los georgianos unirse a mi familia para rezar por la seguridad de quienes están en nuestras aulas, tanto en el condado de Barrow como en todo el estado».
La escuela secundaria Apalachee, que cuenta con aproximadamente 1.900 estudiantes, se abrió en el año 2000 y es la segunda más grande del condado de Barrow. Winder, una comunidad ubicada a una hora de Atlanta, tiene una población de 18.338 habitantes, según el censo de 2020. El Sistema Escolar del Condado de Barrow atiende a más de 15.000 estudiantes.
Las autoridades continúan investigando para esclarecer todos los detalles del caso, con la esperanza de evitar futuros incidentes similares.