La Asamblea General de las Naciones Unidas ha destacado el papel crucial que la IA puede desempeñar para fortalecer los sistemas democráticos, siempre y cuando se aborde su implementación con una gobernanza eficaz y un enfoque ético.
En su mensaje con motivo de este día, el Secretario General de la ONU, António Guterres, subrayó que la inteligencia artificial tiene el potencial de mejorar la participación pública, la igualdad, la seguridad y el desarrollo humano. Sin embargo, también advirtió que, sin la debida supervisión, los riesgos asociados a la IA podrían tener «graves consecuencias para la democracia, la paz y la estabilidad», subrayando la necesidad de un marco regulatorio robusto que garantice que la IA se utilice de manera responsable y en beneficio de todos.
Guterres subrayó la importancia de asegurar una gobernanza eficaz de la inteligencia artificial a todos los niveles, incluido el internacional, y mencionó el reciente informe del Órgano Asesor de Alto Nivel sobre Inteligencia Artificial, que ofrece recomendaciones sobre cómo aprovechar los beneficios de la IA y, al mismo tiempo, mitigar sus riesgos. Dicho informe destaca la necesidad de mantener un enfoque equilibrado que promueva la innovación tecnológica sin comprometer los principios democráticos.
El papel de la IA en el Día Internacional de la Democracia
El informe del Órgano Asesor identifica varios principios fundamentales para guiar la formación de nuevas instituciones mundiales de gobernanza de la IA:
- Inclusividad: Es esencial que todos los ciudadanos tengan acceso a las herramientas de inteligencia artificial y puedan aprovechar sus beneficios. La IA no debe ser una tecnología que amplíe las brechas existentes, sino una herramienta que ayude a reducirlas.
- Interés público: La gobernanza de la IA debe ir más allá del principio de «no dañar» y establecer un marco más amplio de rendición de cuentas para las empresas que desarrollan, despliegan y controlan la IA, así como para los usuarios intermedios. La tecnología debe utilizarse para el bien común y no solo para intereses privados.
- Centralidad de la gobernanza de los datos: La gestión de la IA está intrínsecamente ligada a la gobernanza de los datos y la promoción de los bienes comunes de datos. Es fundamental garantizar que los datos utilizados para el desarrollo de la IA se gestionen de manera ética y transparente.
- Derecho internacional: La gobernanza de la IA debe estar cimentada en la Carta de las Naciones Unidas, la legislación internacional sobre derechos humanos y los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Estos marcos proporcionan una base sólida para garantizar que la IA se utilice de manera que respete los derechos y la dignidad de todas las personas.
El Día Internacional de la Democracia nos recuerda que la democracia debe centrarse en las personas. Es tanto un proceso como un objetivo que requiere la participación activa y el apoyo de internacional de los gobiernos y la sociedad civil. Solo así el ideal de la democracia puede convertirse en una realidad para todos, en todas partes.
La libertad de expresión es un componente fundamental de la democracia, consagrado en el artículo 19 de la Declaración Universal de Derechos Humanos, que establece que: «Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión.» Además, el vínculo entre la democracia y la libertad de prensa se refuerza en el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos.
En un mundo donde la inteligencia artificial se convierte en una herramienta cada vez más influyente, es vital que su desarrollo y uso se guíen por principios democráticos y derechos humanos. Solo así se podrá garantizar que la IA contribuya a la construcción de sociedades más justas, equitativas y participativas.
España perderá 400.000 empleos en 10 años por la Inteligencia Artificial