Este martes, un niño de 12 años protagonizó un violento ataque en una escuela de Azambuja, en el distrito portugués de Lisboa. El menor, al regresar de su casa tras la pausa para comer, acuchilló a seis de sus compañeros en un pasillo del centro educativo. Entre las víctimas hay niños de entre 11 y 14 años, según informaron las autoridades locales. Una niña en estado grave, pero fuera de peligro. El suceso ha conmocionado a la comunidad, aunque las autoridades aseguran que la situación ha sido «normalizada».
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El ataque ha dejado a una niña de 12 años con heridas graves. La menor fue trasladada de inmediato al Hospital de Santa Maria en Lisboa con una lesión en el tórax. Las autoridades han confirmado que, aunque su estado es delicado, su vida no corre peligro.
El atacante llevaba un chaleco antibalas en su mochila
El alcalde de Azambuja, Silvino Lúcio, relató en declaraciones a la televisión pública portuguesa que el menor atacó «indiscriminadamente» a los estudiantes que se encontraban en el pasillo, a la espera de entrar en sus aulas. Tras el incidente, la Guardia Nacional Republicana (GNR) detuvo al niño, que según los agentes, estaba «tranquilo» durante el arresto.
En la mochila del agresor se encontró un chaleco antibalas, que, según explicó, pertenecía a su padre. Este hallazgo ha generado aún más inquietud sobre el incidente y las posibles motivaciones detrás del ataque.
La escuela pide calma y asegura que se trata de un «acto aislado»
Tras el incidente, la Asociación de Escuela de Azambuja emitió un breve comunicado en el que calificó lo sucedido como un «acto aislado«. Además, destacó que la situación ha sido «normalizada» y que las clases continuarán con normalidad a partir del miércoles. Sin embargo, este suceso ha dejado una profunda impresión en la comunidad escolar y ha abierto un debate sobre la seguridad en los centros educativos.
El ataque ha encendido las alarmas en Portugal, un país donde este tipo de incidentes son poco comunes. Las autoridades continúan investigando los motivos detrás del ataque, mientras que los padres y la comunidad educativa se encuentran en estado de shock ante un hecho de tal gravedad.