El huracán Helene, de categoría 4, ha causado un cambio significativo en los planes de campaña del ex presidente Donald Trump y la actual vicepresidenta Kamala Harris para las elecciones presidenciales del 5 de noviembre, ya que ambos políticos han ajustado sus actividades para enfocarse en acciones de emergencia tras la devastación en varios estados del sur de Estados Unidos.
Trump se trasladó a Georgia, uno de los estados más gravemente afectados donde se calculan hasta ahora 25 fallecidos, con el fin de supervisar las operaciones de auxilio, mientras que Harris retornó a la capital de Washington para gestionar la respuesta federal a la emergencia.
Este desastre natural ha golpeado con fuerza a estados del sur estadounidense como Florida, Georgia, Carolina del Sur y del Norte, Virginia y Tennessee. Los informes más recientes revelan que la tormenta ha causado la muerte de al menos 125 personas, además de que se contabilizan decenas de desaparecidos. Las intensas lluvias y los vientos huracanados han generado inundaciones de gran magnitud, daños materiales extensos en infraestructuras y propiedades a lo largo de la región. Se reporta que, en algunos lugares, menos del 10% de los sitios de servicios de telefonía móvil están funcionando.
Durante su visita a Georgia, Donald Trump se dirigirá a la ciudad de Valdosta, una de las áreas más perjudicadas. El día lunes, el líder republicano participó en una sesión informativa sobre su situación actual y colaboró en la distribución de recursos de emergencia, como combustible, agua y equipos esenciales. Además, ofreció un discurso en una zona devastada por el huracán, específicamente frente a la tienda de muebles Chez What, la cual fue completamente destruida por la tormenta.
Respuesta del gobierno demócrata
En contraste, la candidata demócrata, Kamala Harris, decidió interrumpir la gira de campaña que estaba realizando en Las Vegas, Nevada para regresar a Washington. Allí, fue informada por la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA, por sus siglas en inglés) sobre los últimos avances en la respuesta federal ante la emergencia.
Antes de regresar a Washington, Harris pronunció unas palabras durante una junta en Las Vegas, donde aseguró que el gobierno estaba trabajando para distribuir alimentos, agua y generadores a las áreas más necesitadas, además de restablecer las conexiones con los líderes locales.
Desde la capital, Harris se ha mantenido en comunicación con los gobernadores de los estados más afectados, como el gobernador de Florida, Ron DeSantis, y el gobernador de Georgia, Brian Kemp, con el objetivo de coordinar los esfuerzos de ayuda.
La magnitud del huracán dejó a miles de personas sin hogar, obligando a muchos a buscar refugio y quedando sin acceso a servicios básicos. Las autoridades locales y federales han respondido al evacuar las zonas más vulnerables y proporcionando asistencia inmediata a los damnificados. Sin embargo, los daños en infraestructuras, como el colapso de árboles y la interrupción de carreteras, han dificultado los esfuerzos de rescate y socorro en algunas áreas. Además, gran parte de la región afectada enfrenta cortes generalizados de energía eléctrica.
El presidente Joe Biden también se ha pronunciado sobre el desastre causado por el huracán Helene, calificándolo no solo como una tormenta catastrófica, sino como un evento histórico por la magnitud de los daños. Biden ha prometido visitar las áreas afectadas en cuanto sea posible, asegurando que su prioridad es no entorpecer las operaciones de emergencia. Además, enfatizó que su gobierno está comprometido a proporcionar toda la ayuda necesaria para que las zonas devastadas puedan recuperarse. Según declaraciones del mandatario, “la primera responsabilidad es hacer llegar toda la ayuda necesaria a las áreas afectadas”.
Mientras tanto, Trump no dejó pasar la oportunidad para criticar la respuesta del actual gobierno. En una concentración celebrada en Erie, Pensilvania, el ex presidente cuestionó las prioridades de Harris, sugiriendo que debía haberse concentrado antes en la emergencia provocada por el huracán en lugar de continuar con su campaña. Trump argumentó que la respuesta tardía de la vicepresidenta a la crisis es un reflejo de su falta de preparación para asumir la presidencia, comentarios que generaron controversia de sus oponentes.
El huracán Helene ha tenido un impacto devastador en la vida de millones de personas en el sur de EE.UU. Los equipos de rescate siguen trabajando para localizar a los desaparecidos y proporcionar asistencia en las áreas más afectadas. A pesar de los esfuerzos, la recuperación a largo plazo será un desafío monumental, ya que la reconstrucción de viviendas, carreteras y otros servicios esenciales requerirá un enorme esfuerzo en términos de recursos y coordinación entre las autoridades.
El gobierno federal, junto con organizaciones no gubernamentales, continúa desplegando ayuda, incluyendo la distribución de alimentos, agua potable y generadores a las comunidades más necesitadas. Los esfuerzos de reconstrucción serán fundamentales para que las zonas devastadas puedan recuperarse de esta histórica tormenta que ha cambiado la vida de millones de personas en el sur del país y las respuestas a esta catástrofe podrían tener consecuencias en los resultados electorales.