Con un vestido bordado con flores típicas de las artesanas indígenas y recibiendo la banda presidencial de manos de una de las mujeres más influyentes de la política del país centroamericano, el pasado martes Sheinbaum fue protagonista de un momento histórico para México, en un acto de toma de posesión que estuvo cargado de un fuerte simbolismo, que refleja que su presidencia podrá leerse en clave femenina.
En un discurso en el que la presidenta agradeció y alabó el periodo presidencial de su predecesor y líder de su partido Morena, Andrés Manuel López Obrador y en el que dejó claro que la continuidad en muchas de las políticas y criterios del sexenio anterior están asegurados, Sheinbaun también dejó claro, que su gobierno será abiertamente feminista.
«Soy madre, abuela, científica y mujer de fe. Y a partir de hoy, por voluntad del pueblo de México, la presidenta constitucional de los Estados Unidos Mexicanos», afirmó en su discurso.
«Llegan ellas, las que soñaron con la posibilidad de que algún día no importaría si naciéramos siendo mujeres u hombres podemos realizar sueños y deseos. Sin que nuestro sexo determine nuestro destino. Llegan ellas, todas ellas, que nos pensaron libres y felices», palabras con las que Sheinbaun, de 62 años, ha querido rendir homenaje a tantas mujeres que la han precedido en la lucha política y social de su país.
Pero no solo fue un discurso con claro cariz feminista, sino que muchos simbolismos acompañaron este nuevo aire en la presidencia de México.
Mujeres y tradiciones indígenas
Pudimos ver a una Sheinbaum con un vestido color marfil, en el que destacaban las flores bordadas en los puños y en un costado, elaboradas a mano por la artesana Claudia Vásquez Aquino, procedente de una comunida de Oaxaca, donde residen los herederos de la cultura zapoteca. «Tejieron y tejen textiles con manos de mujeres artesanas que entrelazan con el alma y con la vida», recalcó.
Además del claro guiño de su vestido a las culturas indígenas, entre los actos de la toma de posesión, participó en un ritual prehispánico con incienso y plantas de maíz y recibió el bastón de mando de manos de representantes de los pueblos originarios, al igual que lo hizo López Obrador en su momento, exaltando la riqueza y sabiduría ancestral de estos pueblos.
Otra de las claves de la preeminencia que tendrá la mujer en su mandato, es el haber recibido la banda presidencial de mano de la presidenta del Congreso Ifigenia Martínez, una política referente de la izquierda en el país, quien a sus 94 años, con fuerzas limitadas, ha sido una de las figuras centrales del acto.
Además, los miembros del protocolo y seguridad que estaban presentes en la toma de posesión, eran en su gran mayoría mujeres, otro claro guiño al rol que desempeñarán en este sexenio de mandato en un país reconocido por su machismo.
La joven mexicana de Sheinbaum
Horas antes de la investidura, se dió a conocer la imagen institucional que tendrá el gobierno, quizá el símbolo más claro y relevante de este enfoque femenino. “Es una joven mexicana, símbolo de tantas generaciones de mujeres invisibilizadas por la historia, pero que se han mantenido en pie de lucha por sus derechos, sueños y anhelos”, informó su equipo de comunicación.
La imagen es una joven mexicana, que mira a la izquierda y porta la bandera, en la que no se observa el escudo, ya que el rostro de la mujer lo cubre. Este nuevo símbolo acompañará los documentos oficiales como imagen institucional.
Una presidenta histórica
Claudia Sheinbaum, además de hacer historia como la primera presidenta de México, un país reconocido por su idiosincrasia machista, es la política más votada del país, con casi 36 millones de mexicanos que confían en su programa para que guíe al país durante los próximos 6 años.
Igualmente, el conocido incidente diplomático, por el que el Rey Felipe VI no fue invitado a la investidura y que dejó a España sin representación institucional en el acto, es otro de los hechos por los que la mandataria ha marcado historia
Licenciada en Física y doctora en Ingeniería Ambiental, desciende de una familia judío europea, de la que heredó su amor por la ciencia y la academia. Formó parte del panel intergubernamental contra el cambio climático que en 2007 obtuvo el premio Nobel de la Paz y llega al poder tras una larga trayectoria gubernamental, que comenzó como líder estudiantil y la llevó a ser jefa de Gobierno de la Ciudad de México.