Tras la muerte de Hassan Nasrallah, líder de Hezbollah, quien falleció recientemente en Beirut, el presidente venezolano, Nicolás Maduro, continuó mostrando su estrecha relación con grupos extremistas internacionales al condenar el ataque israelí que resultó en la muerte del líder terrorista y manifestó su solidaridad con la asociación de Hezbollah.
Durante un acto presidencial en la capital de Caracas el día sábado por la noche, Maduro expresó: “Hoy se dio a conocer el asesinato de un líder del mundo musulmán, de los pueblos árabes, el señor Hassan Nasrallah, secretario general de Hezbollah”, levantando la voz ante los presentes. Añadió: “Quiero expresar, a nombre del bloque histórico revolucionario de las fuerzas bolivarianas de Venezuela, la solidaridad con Hezbollah, con su familia y con el pueblo del Líbano”.
Nadie les callará la voz
Acusado de crímenes de lesa humanidad en su propio país y conocido por sus vínculos con grupos extremistas islámicos, Maduro afirmó que el ataque fue ordenado por Israel “desde la sede de las Naciones Unidas en Nueva York”. Además, instó a los pueblos musulmanes y árabes a levantar su voz y solidarizarse con el pueblo palestino y el libanés. “Los cobardes del mundo callan, pero los pueblos rebeldes, nadie nos callará la voz”, reclamó.
El sábado, 28 de septiembre, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) confirmaron la eliminación de Nasrallah, quien fue abatido en un ataque aéreo llevado a cabo el viernes en Beirut. El líder de Hezbollah, junto con Ali Karki, comandante del Frente Sur, y otros altos mandos, fue asesinado en una operación precisa, resultado de la inteligencia compartida por las FDI y las agencias de seguridad israelíes.
El bombardeo fue realizado por la Fuerza Aérea de Israel (IAF) sobre el Cuartel General Central de Hezbollah, oculto bajo un edificio residencial en el área de Dahye, donde Nasrallah estaba planificando nuevas actividades terroristas contra Israel.
El régimen de Maduro, aliado de Irán, ha permitido que Hezbollah extienda su influencia en América Latina, especialmente en la frontera entre Brasil, Paraguay y Argentina. Desde la llegada de Hugo Chávez al poder, los lazos entre Venezuela e Irán se han fortalecido militar y económicamente, así como la presencia de Hezbollah que ha crecido, facilitada por la estrecha relación entre Maduro y el régimen iraní.
Algunas investigaciones apuntan a Tareck El Aissami, ex ministro y vicepresidente, como responsable de la infiltración de Hezbollah en Venezuela. Actualmente, El Aissami ha sido sancionado por Estados Unidos y la Unión Europea y figura en la Lista de los más buscados del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos por corrupción y se encuentra actualmente detenido.