El Ministerio de Asuntos Exteriores de Israel ha emitido un comunicado en el que expresa su «indignación» y «tristeza» hacia España, acusando al país de haberse convertido en «un paraíso para la propagación del odio y la incitación contra Israel».
Según el texto, compartido en la red social X, la organización Masar Badil, vinculada a grupos considerados terroristas como el Frente Popular para la Liberación de Palestina (FPLP) y Samidoun, ha escogido Madrid como sede para su congreso internacional anual, así como para una manifestación convocada para conmemorar los sucesos violentos del pasado 7 de octubre.
El gobierno israelí ha calificado de «inaceptable» que una nación democrática permita actos que ensalzan el terrorismo y celebran los crímenes cometidos por Hamás. En este contexto, la Embajada de Israel en España ha denunciado que durante la manifestación que tuvo lugar este domingo en Madrid, con la participación de aproximadamente 500 personas, se realizaron actos de apoyo al terrorismo vinculado a Hamás.
Esta movilización, aunque menos concurrida que la del día anterior, forma parte de una ola de protestas pro-palestinas que han tenido lugar en Madrid y en otras ciudades alrededor del mundo.
El Ministerio de Exteriores de Israel también señaló que la manifestación del sábado en Madrid, en su opinión, tenía como objetivo «celebrar los ataques del 7 de octubre», en referencia a los atentados perpetrados por Hamás que resultaron en la muerte de 1.200 personas y más de 250 secuestros.
A pesar de las críticas incluidas en el comunicado, la embajada israelí no emitió una condena explícita hacia la marcha del sábado ni hacia las demás protestas que se llevaron a cabo en alrededor de 40 ciudades españolas durante ese fin de semana.
La marcha en Madrid recorrió las calles desde la plaza de Legazpi hasta Atocha, donde se corearon consignas en favor de Palestina y se criticó a la Unión Europea, acusándola de ser «cómplice» de las políticas israelíes.
El evento transcurrió sin incidentes destacables, mientras los manifestantes entonaban cánticos contra líderes políticos como el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu.
Por su parte, Jaldia Abubakra, una de las organizadoras de la manifestación y representante del movimiento de mujeres palestinas, defendió el derecho del pueblo palestino a resistir, afirmando que el 7 de octubre representó un acto de «legítima defensa» por parte de los palestinos.
Abubakra también denunció lo que considera un genocidio en curso contra los palestinos, y criticó a la comunidad internacional por su falta de acción. Asimismo, pidió la ruptura de relaciones diplomáticas con Israel, la aplicación de sanciones y reafirmó su apoyo a la resistencia palestina.