La Fiscalía del departamento de Tarija ha emitido una orden de detención contra el expresidente de Bolivia, Evo Morales, después de que este no se presentara a declarar por el supuesto caso de abuso de menores y trata de personas en el que está siendo investigado. Así lo confirmó este jueves la fiscal Sandra Gutiérrez, quien aseguró que el exmandatario fue debidamente notificado y que su ausencia conlleva la emisión de la medida conforme a la normativa vigente.
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“Ya estamos trabajando en lo que corresponde conforme a ley”, señaló Gutiérrez ante los medios de comunicación, explicando que el mandamiento de aprehensión se emite para aquellas personas que, habiendo sido citadas, no se presentan a rendir declaración. “Simplemente, el mandamiento de aprehensión que se va a emanar será para que ellos puedan apersonarse a presentar su declaración”, añadió.
La fiscal también informó que la orden no solo afecta a Morales, sino también a los padres de la presunta víctima, quienes tampoco acudieron a la citación. “Se han presentado dos memoriales sin la notificación debida”, puntualizó Gutiérrez, subrayando que el proceso se está llevando a cabo de manera transparente y apegado a la norma legal.
El entorno cercano a Evo Morales había anticipado que el expresidente no se presentaría a declarar debido a que su seguridad estaría en riesgo. “Ha recibido amenazas de muerte”, afirmaron sus aliados, quienes además argumentaron que la investigación tiene motivaciones políticas para desacreditar al exmandatario y a sus seguidores.
Este conflicto judicial se enmarca en un contexto de tensión política entre los seguidores de Morales y el actual presidente de Bolivia, Luis Arce, quienes desde hace años protagonizan una intensa disputa que no solo ha dividido a la izquierda boliviana, sino que también ha generado incertidumbre sobre el futuro político del país.
La investigación que llevó a la orden de detención se centra en hechos ocurridos en 2016, cuando Morales aún ocupaba la presidencia de Bolivia. Según los datos recabados por la Fiscalía, el exmandatario habría mantenido una relación con una menor de 15 años, de la que supuestamente nació una niña. Estos hechos configurarían un delito de abuso de menores y trata de personas, cargos que Morales niega rotundamente.
El caso ha generado gran revuelo tanto en Bolivia como en la comunidad internacional, poniendo nuevamente en el foco las diferencias internas en el Movimiento al Socialismo (MAS), partido que Morales fundó y que ahora se encuentra fracturado. La posible detención del expresidente podría escalar la crisis política y social en Bolivia, complicando aún más el ya delicado panorama político.
Mientras tanto, la fiscal Sandra Gutiérrez ha reiterado que la orden de detención se ejecutará de manera inmediata y que todos los involucrados deberán comparecer ante la justicia para aclarar su situación legal. “Lo que buscamos es garantizar un proceso transparente, apegado a la ley y con respeto a los derechos de todas las partes”, concluyó Gutiérrez.
El desarrollo de este caso podría tener repercusiones no solo en la trayectoria política de Evo Morales, sino también en la estabilidad del gobierno de Luis Arce, que hasta ahora se ha mantenido distanciado de la polémica, pero que podría verse forzado a tomar una postura más clara en los próximos días.