La situación en la Franja de Gaza continúa deteriorándose gravemente, por los intensos ataques de las Fuerzas de Seguridad Israelíes, quienes mantienen bombardeos aéreos, terrestres y marítimos en todo el enclave, causando devastación en áreas residenciales e infraestructura pública. Joyce Msuya, subsecretaria general en funciones de Asuntos Humanitarios de la ONU, alertó que la población civil, especialmente en el norte de Gaza, corre un riesgo de muerte inminente debido a estos ataques. «Este desprecio flagrante por la humanidad y las leyes de guerra debe cesar de inmediato», afirmó.
La seguridad alimentaria en Gaza también se encuentra en una situación crítica. Un informe reciente de la Clasificación Integrada de Seguridad Alimentaria en Fases (CIF), que cubre el período entre septiembre de 2024 y abril de 2025, revela que más de 1,8 millones de personas en Gaza enfrentan niveles agudos de inseguridad alimentaria. El CIF advierte sobre un riesgo creciente de hambruna, con 133.000 personas en una situación catastrófica de acceso a alimentos. Además, la desnutrición aguda se ha incrementado diez veces desde el inicio de la guerra.
Colapso del sistema sanitario y desplazamiento masivo
La ONU y la Organización Mundial de la Salud (OMS) han denunciado el colapso del sistema de salud en Gaza. De los 35 hospitales, solo el 49% funciona parcialmente, y la falta de agua, energía y suministros sanitarios impide mantener condiciones de higiene y atención básicas. Además, desde el 6 de octubre, el centro de salud de la UNRWA en Jabalia ha permanecido cerrado debido a la intensidad de las operaciones militares en la zona, dejando a millas de personas sin atención médica y agravando las necesidades urgentes en materia de salud.
El Comisionado General de UNRWA, Philippe Lazzarini, expresó su preocupación el 22 de octubre «Después de casi tres semanas de bombardeos ininterrumpidos de las fuerzas israelíes en el norte de Gaza, el número de muertos aumenta y nuestro personal allí informa que no puede encontrar alimentos, agua ni atención médica». Las operaciones militares han imposibilitado la distribución de suministros críticos a los hospitales y otros centros de salud, y el 84% del territorio ha sido sometido a órdenes de evacuación forzosa, generando un desplazamiento masivo que afecta a 1,9 millones de personas, aproximadamente el 90% de la población.
Restricciones y limitaciones para la ayuda humanitaria
Los esfuerzos humanitarios se topan con grandes barreras en el cruce de Karem Abu Salem. La ONU reporta que solo se permitió la entrada de 552 camiones con suministros humanitarios entre el 1 y el 20 de octubre, muy por debajo del promedio de 500 camiones diarios en tiempos de paz. Asimismo, entre el 1 y el 21 de octubre, las autoridades israelíes solo autorizaron el 6% de las misiones de ayuda coordinadas para el norte de Gaza, limitando el rescate de personas atrapadas bajo escombros y el envío de suministros críticos.
La falta de coordinación y los bloqueos reiterados han puesto en riesgo la vida de personas que aún esperan ayuda en zonas como Jabalia y Beit Hanoun. La misión de la ONU para rescatar a 40 personas en Falouja ha sido negada en varias ocasiones desde el 18 de octubre, lo cual evidencia las restricciones que impiden salvar vidas en medio de la crisis.
Devastador impacto social y económico
El Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y la Comisión Económica y Social para Asia Occidental (CESPAO) estiman que la pobreza en Palestina alcanzará el 74,3% en 2024, afectando a 4,1 millones de personas. La crisis ha revertido el desarrollo en Gaza a niveles de la década de 1950, y el encarecimiento de los alimentos ha disparado la inflación. Según la FAO, productos básicos como las patatas son hasta 66 veces más caras en el norte de Gaza.
Ante este contexto, la ONU y sus agencias han destacado la necesidad urgente de un alto el fuego inmediato, para detener el sufrimiento y para permitir una intervención humanitaria efectiva y evitar una crisis humanitaria aún mayor.
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