El Parlamento israelí ha aprobado una ley que prohíbe a la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA) operar en Israel, afectando principalmente a las actividades de esta organización en Gaza. Esta medida, aprobada por una amplia mayoría de 92 votos frente a 10 en la Knesset, ha generado preocupación a nivel internacional y la ONU ha advertido sobre el posible «colapso» de los servicios humanitarios en la región.
El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, justificó la medida afirmando que los empleados de la UNRWA involucrados en actividades «terroristas» deben enfrentarse a las consecuencias. Sin embargo, subrayó que, aunque la ayuda humanitaria debe continuar en Gaza, es crucial «evitar una crisis humanitaria» en la zona.
Desde la UNRWA, Philippe Lazzarini, su comisionado general, expresó su profunda preocupación y describió esta prohibición como un «precedente peligroso» en las relaciones entre Israel y las agencias de la ONU. Lazzarini calificó la medida como parte de una campaña para «deslegitimar» a la UNRWA, una agencia que, desde 1949, ha apoyado a la población palestina desplazada en Gaza, Cisjordania, Líbano, Siria y Jordania.
Israel mantiene una postura crítica hacia la UNRWA desde hace tiempo, señalando a algunos de sus empleados como presuntos colaboradores de Hamás, especialmente tras el ataque de octubre de 2023 en el sur de Israel. En respuesta, un informe de la ONU en abril instó a la agencia a reforzar su neutralidad, aunque indicó que no se han presentado pruebas concluyentes de los supuestos vínculos con la milicia palestina.
La ONU expresa su preocupación ante la decisión de Israel
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, calificó la medida de «inaceptable» y advirtió sobre las graves consecuencias para los refugiados palestinos en Gaza. Guterres subrayó que la UNRWA es «indispensable» para la estabilidad en la región y destacó que Israel tiene responsabilidades bajo la ley humanitaria internacional. Anunció, además, que presentará el tema ante la Asamblea General de la ONU para su discusión.
Por su parte, Lazzarini alertó que la nueva ley agravará el sufrimiento de la población palestina en Gaza, donde la crisis humanitaria ha sido constante en el último año. La agencia estima que más de 650.000 niños en Gaza podrían quedarse sin educación debido a la interrupción de los servicios de la UNRWA, lo que pone en riesgo el futuro de toda una generación.
Desde occidente, tanto Estados Unidos como la Unión Europea han expresado su preocupación por la nueva ley. El portavoz del Departamento de Estado de EE.UU., Matthew Miller, manifestó inquietud por las restricciones impuestas a la UNRWA, mientras que Josep Borrell, alto representante de la UE, advirtió que estas leyes afectarán gravemente los servicios esenciales en Gaza y Cisjordania y amenazan con anular la inmunidad diplomática de la agencia en Israel.
Reacciones desde Palestina
La Autoridad Nacional Palestina condenó la decisión de la Knesset, calificándola de una «violación del derecho internacional» y una provocación. El portavoz Nabil Abu Roudeina declaró que esta medida refleja un giro «fascista» en la política israelí y advirtió que la situación en Gaza podría empeorar aún más sin el apoyo de la UNRWA.
Hamás, el grupo que controla la Franja de Gaza, también criticó la medida, considerándola parte de una «agresión» para eliminar el derecho de los refugiados palestinos a regresar a sus hogares. En un comunicado, llamó a la comunidad internacional a tomar «medidas firmes» contra esta decisión y respaldar el trabajo humanitario de la UNRWA en Gaza.