La vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, aseguró este miércoles que no está de acuerdo con criticar a las personas en función de su preferencia de voto, luego de que el actual presidente Joe Biden describiera a los seguidores del candidato republicano y ex presidente, Donald Trump, como “basura”.
Como candidata demócrata a la presidencia, Harris hizo esta declaración durante una conversación con medios de comunicación en la que anunció sus próximas visitas de campaña a los estados de Carolina del Norte, Pensilvania y Wisconsin. Su declaración busca reducir la controversia generada por las declaraciones de Biden, a menos de una semana de las elecciones este próximo 5 de noviembre.
Esto ocurrió el martes por la noche, mientras Harris daba un discurso de tono unificador cerca de la Casa Blanca. Paralelamente, Biden lanzaba una crítica hacia Trump acerca de su reciente mitin en el Madison Square Garden de Nueva York, donde el comediante, Tony Hinchcliffe, usó el término “isla de basura flotante” para referirse a Puerto Rico.
En respuesta, Biden expresó que la única “basura” en el evento eran los seguidores de Trump, denunciando lo que llamó una retórica anti-latina y anti-estadounidense. “Su demonización de los latinos es inconcebible”, declaró el mandatario durante un evento de campaña organizado por Voto Latino, una organización sin fines de lucro y no partidista que representa el mayor centro de registro de votantes latinos y medio de educación cívica del país norteamericano.
Posteriormente, la Casa Blanca y el equipo de Biden aclararon que sus comentarios se referían a la retórica empleada en el evento, y no a los seguidores de Trump en general. Sin embargo, los republicanos no tardaron en aprovechar la oportunidad para criticar al presidente, comparando sus palabras con las de Hillary Clinton en 2016, cuando llamó “deplorables” a una parte de los seguidores de Trump.
En sus ataques a Biden y Harris, los republicanos parecen ignorar el historial de insultos de Trump, quien ha descrito a Estados Unidos como “un basurero para el mundo” y ha calificado a sus opositores políticos como “enemigos internos”.
Además, el candidato republicano ha insultado a Harris, calificándola de “persona estúpida” y “perezosa”, y ha rechazado disculparse por el comentario hacia Puerto Rico en su mitin, señalando que efectivamente “alguien dijo cosas malas”, sin darle mayor importancia al asunto.