Donald Trump, nuevo presidente electo de Estados Unidos, ha anunciado su regreso a la Casa Blanca acompañado de un equipo compuesto, tanto por colaboradores de larga data, como por nuevas figuras clave que han decidido unirse a su gobierno.
Aunque el presidente electo aún no ha terminado de seleccionar a todos los miembros de su equipo, ya ha confirmado algunos nombramientos importantes, la mayoría de ellos figuras que estuvieron a su lado cuando celebró su victoria el pasado miércoles.
Una de las primeras designaciones fue Susie Wiles, quien ha sido nombrada como jefa de gabinete. Wiles, una experimentada estratega republicana, es reconocida por su liderazgo en las campañas de Trump en Florida en 2016 y 2020. En esta última campaña, su desempeño fue crucial, manejando la operación de manera disciplinada y contribuyendo a una victoria decisiva. Wiles, hija del conocido jugador de la Liga Nacional de Fútbol Americano (NFL, por sus siglas en inglés) Pat Summerall, se unió al equipo de Trump desde el inicio de su tercera campaña y es considerada una fuerza fundamental en la nueva administración.
Otro nombramiento significativo es el de Tom Homan, quien se encargará de la política migratoria como el “zar de la frontera”. Homan, quien ya había trabajado en la primera administración de Trump como director en funciones del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), tiene como prioridad intensificar la vigilancia en las fronteras y deportar a los inmigrantes ilegales que supongan una amenaza para la seguridad del país. Esta decisión refuerza la promesa de campaña de Trump de aplicar medidas firmes contra la inmigración ilegal, incluyendo deportaciones masivas.
En el ámbito internacional, Trump ha seleccionado a Elise Stefanik, congresista republicana por el estado de Nueva York, como embajadora ante las Naciones Unidas (ONU). Stefanik, quien ha sido una leal defensora del presidente electo, asumió un rol de liderazgo en la Cámara de Representantes en 2021 al reemplazar a Liz Cheney y se ha convertido en una figura destacada del partido. Trump ha manifestado su confianza en ella para representar a Estados Unidos en la ONU y para cumplir con su objetivo de alcanzar la paz en conflictos clave como los de Rusia y Ucrania, y el conflicto en Gaza.
Por otro lado, Trump ha señalado al excongresista Lee Zeldin como director de la Agencia de Protección Ambiental (EPA). Zeldin, quien ha prometido desregular para estimular el crecimiento de empresas estadounidenses, se centrará en políticas que garanticen altos estándares medioambientales mientras se asegura de que el aire y el agua en el país se mantengan limpios. Su misión también incluirá la eliminación de regulaciones impuestas por la administración anterior en áreas como las emisiones de carbono de plantas de energía y vehículos, con la intención de restaurar la independencia energética de Estados Unidos.
En cuanto al Departamento del Tesoro, John Paulson, multimillonario y gestor de fondos de cobertura, suena como uno de los candidatos más fuertes. Paulson, un conocido defensor de la desregulación y de políticas fiscales favorables al crecimiento, ha sido un leal partidario de Trump, organizando eventos de recaudación de fondos que han generado millones de dólares para la campaña. Se espera que, de ser confirmado, su enfoque económico se alinee con la visión de Trump para mantener la seguridad nacional y confrontar prácticas comerciales desleales en el extranjero.
La familia de Trump también continúa desempeñando un papel importante en su órbita política. Lara Trump, esposa de su hijo Eric y copresidenta del Comité Nacional Republicano, ha sido una aliada estratégica tanto en los negocios como en la política. Lara, que en el pasado consideró postularse para el Senado, se ha convertido en una defensora incansable del expresidente, encargándose de iniciativas como la recaudación de fondos y el alcance a votantes.
El equipo también incluye a figuras de la industria del entretenimiento y de larga amistad con Trump, como Dana White, presidente de la Ultimate Fighting Championship (UFC), quien ha sido un apoyo frecuente en los actos de campaña de Trump y fue una presencia destacada en el escenario durante la celebración de la victoria. Linda McMahon, amiga cercana de Trump y cofundadora de World Wrestling Entertainment (WWE) junto a su esposo Vince, también es copresidenta del equipo de transición y ha sido una colaboradora esencial en el desarrollo de políticas empresariales en la campaña de Trump.
Una nueva y poderosa figura en el equipo es el empresario Elon Musk, el magnate de la tecnología y dueño de X (anteriormente Twitter). Musk, quien ha mostrado una creciente simpatía por la visión política de Trump, ha realizado importantes contribuciones financieras a la campaña, incluyendo sorteos para incentivar el voto en estados clave. Trump ha indicado que Musk podría liderar una comisión de eficiencia que auditaría el gobierno federal para optimizar su funcionamiento.
El equipo también incluye a Stephen Miller, quien volverá como director adjunto de gabinete para políticas. Miller, arquitecto de muchas de las políticas de línea dura de Trump en su primer mandato, particularmente en temas migratorios, ha prometido impulsar la operación de deportación más grande en la historia del país y colaborar en los planes para reforzar la seguridad nacional. Su influencia en el área de política migratoria se espera sea clave en el próximo gobierno.
Robert F. Kennedy Jr., un demócrata convertido en aliado de Trump, ha mostrado interés en participar en temas de salud pública en la administración. Kennedy, conocido por sus posturas críticas hacia las vacunas, ha sugerido que podría liderar una reforma de las agencias sanitarias y realizar investigaciones sobre la seguridad de las vacunas, una de las cuestiones que ha generado controversia en su carrera.
El equipo también podría incluir a Brooke Rollins, exjefa de política interior de Trump, quien ha liderado el America First Policy Institute y es vista como una posible colaboradora en el nuevo mandato. Otros nombres mencionados para ocupar posiciones en el gobierno incluyen a Richard Grenell, quien suena como candidato a secretario de Estado, y Marco Rubio, senador republicano por Florida, también en consideración para ese puesto.
Con esta combinación de veteranos republicanos, familiares y nuevos aliados influyentes, Trump se prepara para regresar a la Casa Blanca y aplicar su visión de “America First” en temas clave como la inmigración, la política exterior y el crecimiento económico. Este equipo de figuras clave le permitirá al presidente electo enfrentar los retos del próximo mandato mientras impulsa su agenda conservadora y refuerza su promesa de revitalizar el país.