El presidente electo venezolano Edmundo González confirmó el lunes su intención de regresar del exilio para la toma de posesión de la presidencia el próximo 10 de enero de 2025, luego de reclamar que obtuvo la victoria en las elecciones del 28 de julio, en un desafío directo al gobierno de Nicolás Maduro, quien busca extender su mandato.
Durante una entrevista concedida a W Radio de Colombia, González indicó que planea estar en territorio venezolano el día de la toma de posesión. Sin revelar detalles sobre cómo enfrentará la orden de captura en su contra, aseguró: “Estoy dispuesto a ejercer el mandato que el pueblo venezolano me otorgó en las urnas”. Según González, el triunfo le fue otorgado de manera abrumadora con el 67% de los votos, aunque las elecciones fueron altamente controvertidas y ambas partes se declararon ganadoras.
El Consejo Nacional Electoral (CNE), controlado por el oficialismo, proclamó a Maduro como vencedor, mientras que la oposición afirma que cuenta con al menos el 84 % de las actas que demostrarían un triunfo de González por una amplia ventaja. Sin embargo, las actas completas aún no han sido publicadas por el CNE, casi tres meses después de los comicios, lo que ha intensificado la disputa política en el país.
Desde España, donde solicitó asilo en septiembre tras ser investigado por la difusión de actas electorales, González afirmó que no dará a conocer estrategias para su regreso. El fiscal general, Tarek William Saab, ha advertido que el opositor será arrestado si regresa al país.
En medio de la incertidumbre, Estados Unidos calificó recientemente a González como el “presidente electo” de Venezuela, una postura que hasta ahora no había expresado públicamente con esas palabras, aunque previamente había reconocido su supuesta victoria. Por su parte, observadores internacionales han cuestionado la imparcialidad tanto del CNE como del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), que validó los resultados a favor de Maduro indebidamente.
Mientras tanto, González insistió en que su equipo está trabajando para aumentar la presión política sobre el régimen de Maduro: “Para quienes todavía ocupan las instituciones del Estado todavía los costos de salida son mayores que los de permanencia, nuestro plan es seguir trabajando… para generar la presión necesaria”.
A pesar de los llamados de la comunidad internacional, incluyendo aliados de izquierda como Brasil y Colombia, Maduro sigue sin publicar las actas de votación, profundizando la crisis de legitimidad que rodea su gobierno.