El presidente francés, Emmanuel Macron, ha visitado este viernes la icónica catedral de Notre Dame, marcando un momento histórico a pocos días de su reapertura oficial al público, prevista para el próximo 8 de diciembre. Esta visita llega justo cinco años después del trágico incendio que destruyó gran parte de este símbolo del gótico parisino, un evento que dejó una profunda herida nacional.
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Un homenaje a la restauración
Durante un recorrido de dos horas que fue retransmitido en directo, Macron destacó la labor monumental de restauración realizada por cientos de trabajadores. Conmovido, el presidente expresó su gratitud hacia quienes participaron en los trabajos: «Habéis transformado el carbón en arte. Vuestro compromiso y esfuerzo han sido la sanación de esta herida que sufrimos como nación».
Esta ha sido la primera ocasión en la que se muestra al público el fruto de las tareas de reconstrucción, un esfuerzo colosal que ha involucrado a 250 empresas y cientos de expertos, y que ha supuesto un coste total de 700 millones de euros. Desde el Palacio del Elíseo, Macron aseguró que la promesa hecha en 2019 tras el incendio, de reconstruir Notre Dame en cinco años y devolverle incluso más esplendor que antes, se ha cumplido.
«La obra del siglo»
El proyecto ha sido calificado como «la obra del siglo», no solo por la complejidad de los trabajos realizados, sino también por la rapidez con la que se ha llevado a cabo. Los restauradores se enfrentaron a desafíos enormes, como la consolidación de las estructuras afectadas, la restauración del famoso rosetón y la reconstrucción de la aguja, que había colapsado durante el incendio.
La reapertura de Notre Dame no solo supone recuperar un emblema cultural y espiritual de Francia, sino también un hito que simboliza la resiliencia del país ante la adversidad.
Una promesa cumplida
En su discurso, Macron recordó cómo aquel fatídico incendio de abril de 2019 conmocionó al mundo y provocó un inmediato movimiento de solidaridad, con donaciones de particulares, empresas e instituciones. «Hoy cumplimos una promesa que parecía imposible: devolverle a Francia y al mundo una Notre Dame aún más hermosa», afirmó el mandatario.
La restauración, que implicó el trabajo conjunto de artesanos, arquitectos e ingenieros, no solo ha devuelto el esplendor a la catedral, sino que también ha asegurado su preservación para generaciones futuras.
Expectativa por la reapertura
La reapertura oficial, prevista para el próximo 8 de diciembre, será un evento de gran trascendencia, con una ceremonia especial en la que se espera la participación de líderes nacionales e internacionales, así como miles de ciudadanos. Notre Dame, un monumento visitado por millones de personas cada año antes del incendio, volverá a abrir sus puertas como un símbolo de unidad y fortaleza nacional.
Con esta reapertura, Francia celebra no solo la recuperación de un tesoro arquitectónico, sino también el triunfo del esfuerzo colectivo frente a uno de los momentos más oscuros de su historia reciente.