El próximo 15 de diciembre, los venezolanos acudirán a las urnas para elegir a cerca de 30.000 jueces de paz, figuras creadas por el gobierno dictatorial destinadas a resolver disputas en comunidades locales y que tendrán la potestad de dictar sentencias.
Según analistas, este proceso servirá como un “ensayo” para el oficialismo de cara a las elecciones regionales y parlamentarias de 2025.
Esta será la primera incursión electoral del chavismo tras las controvertidas elecciones presidenciales de julio. La iniciativa, impulsada por el dictador Nicolás Maduro y respaldada por la Asamblea Nacional de tendencia oficialista, busca fortalecer el “poder comunal” y garantizar la armonía en las comunidades, según lo establecido en la reformada Ley Orgánica de Justicia de Paz Comunal.
Detalles del proceso electoral
El proceso abarcará la elección de 15.000 jueces de paz principales y 15.000 suplentes en 5.000 circuitos comunales de todo el país. Para postularse, los aspirantes deben ser venezolanos mayores de 25 años, haber residido al menos tres años en la comunidad correspondiente y gozar de una reputación basada en valores “democráticos”.
Pedro Infante, diputado del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), explicó que los jueces de paz recibirán formación durante seis meses para manejar conflictos vecinales, arbitrar disputas y emitir sentencias en casos relacionados con manutención infantil, problemas de convivencia, terrenos e inquilinatos.
Expectativas y preocupaciones
Aunque algunos sectores civiles, como la plataforma Micondominio.com, valoran la oportunidad de descongestionar el sistema judicial, también han expresado inquietudes. Según su fundador, Elías Santana, el corto tiempo para organizar las elecciones (29 días) y la falta de presupuesto y capacitación podrían afectar la eficacia de los jueces electos.
El abogado Enrique Herrera destacó que esta figura podría evitar que disputas menores escalen a delitos más graves, pero insistió en la necesidad de que estas elecciones sean transparentes y libres de influencia política.
Un ensayo para el chavismo
Algunos expertos señalan que el gobierno de Maduro podría estar utilizando estas elecciones como preparación para futuros comicios de mayor relevancia. Según el politólogo Jesús Castillo Molleda, la votación servirá para “reanimar a sus bases electorales” y consolidar el control en comunidades alineadas con el oficialismo, desplazando la participación opositora.
Piero Trepiccione, investigador político, advirtió que la iniciativa se enmarca en un esfuerzo por reforzar el modelo de Estado comunal promovido por Hugo Chávez, lo que podría marginar aún más a los sectores opositores y restar pluralismo político al país.
La elección ocurre en medio de un tenso escenario político. En las elecciones presidenciales de julio, Nicolás Maduro fue declarado ganador sin actas electorales que demuestren su victoria, mientras que la oposición afirma que el verdadero vencedor fue Edmundo González Urrutia, actualmente en el exilio. Varios países, como Estados Unidos, Argentina, Chile, entre otros, reconocen a González Urrutia como presidente electo, mientras que Maduro asegura que asumirá un nuevo mandato en enero de 2025.
En este contexto, la elección de jueces de paz podría no solo reforzar el control del chavismo en las comunidades de manera Orwelliana, sino también servir como una estrategia para consolidar su influencia de cara a los próximos retos electorales. La oposición, por su parte, se ha mantenido al margen de este proceso, enfocándose en una transición democrática liderada por González Urrutia y María Corina Machado.