Una semana después del primer intento fallido de destituir al presidente Yoon Suk Yeol (quien el pasado 3 de diciembre declaró la ley marcial en el país), la Asamblea Nacional de Corea del Sur ha logrado sus pretensiones de echar del poder al mandatario surcoreano, por 204 votos a favor, 85 en contra, 3 abstenciones y 8 votos nulos.
Así lo ha hecho público este mismo sábado 14 de diciembre el presidente de la Asamblea (máximo órgano de representación parlamentaria de Corea del Sur), Woo Won Shik, quien ha afirmado que esta destitución forma parte de su «juramento solemne como representante del pueblo de hacer cumplir la Constitución» que rige en Corea del Sur.
El siguiente paso en el proceso de destitución de Yoon Suk Yeol pasa ahora por el Tribunal Constitucional del país, que es el órgano que, en última instancia, debe ratificar la decisión de los representantes de la Asamblea. Mientras, ejercerá la presidencia interina el actual primer ministro, Han Duck-soo.
«La Asamblea Nacional y el Gobierno -ha dicho Woo Won Shik tras la votación- trabajarán juntos para asegurar que los negocios y la vida diaria de la gente se estabilicen rápidamente, y que la ansiedad y preocupaciones internas y externas no aumenten en todos los aspectos de economía, diplomacia, defensa, etc.».
Una ley marcial que sólo estuvo vigente unas horas, gracias a la intervención de la Asamblea Nacional
Yoon Suk Yeol declaró la ley marcial de emergencia el 3 de diciembre, una medida extraordinaria en la historia reciente de Corea del Sur, que el presidente surcoreano justificaba por un «incremento de las tensiones con la oposición» y para «proteger a la nación frente a las amenazas de las fuerzas comunistas de Corea del Norte».
La decisión de Suk Yeol sumió al país en un estado militarizado, aunque la ley marcial sólo estuvo vigente unas horas. La Asamblea Nacional (órgano similar al Congreso de los Diputados en España) la echó para atrás.