Efectivos de las Fuerzas Armadas francesas (de los Ejércitos de Tierra, Aire y la Armada), de la Policía, la Gendarmería, Bomberos y componentes de diferentes servicios de emergencias… se han desplazado hasta el archipiélago galo de Mayotte, situado en el Océano Índico, donde el paso del ciclón Chido este fin de semana podría haberse cobrado «centenares en incluso miles de muertos», según las primeras valoraciones efectuadas por las autoridades francesas.
Ante la gravedad de la situación, el ministro del Interior galo, Bruno Retailleau, pidió al prefecto de Mayotte, François-Xavier Bieuville, que activara el mecanismo que le permitía hacerse cargo de la crisis y tener autoridad sobre todos los servicios estatales en el ámbito local.
Esta medida, recogida en la legislación gala, «pretende reforzar la gestión de crisis graves garantizando una respuesta rápida y coordinada entre los diferentes actores públicos; de este modo, el prefecto podrá, durante un período limitado, centralizar la toma de decisiones en servicios que normalmente funcionan de forma autónoma», explicaba el Bruno Retailleau en su perfil de la red social X.
Según la información difundida por la Prefectura de Mayotte, las tareas de los efectivos desplegados se están centrando en «despejar los múltiples obstáculos que hay en la carreteras del norte, centro y sur de la isla, así como en la identificación y reparación de daños», con especial atención al «restablecimiento del agua y la electricidad» en las zonas afectadas.
También se ha hecho un llamamiento a la población «para que reserve las rutas de tráfico para la policía, los servicios de emergencia y los operativos cuyas intervenciones son esenciales».
Las alertas a la población de la llegada del ciclón Chido comenzaron a activarse a mediados de la semana pasada, cuando la Prefectura del archipiélago francés advirtió de la llegada «de un ciclón tropical intenso» de «consecuencias impredecibles» pero que podía producir «un deterioro significativo de las condiciones meteorológicas, con lluvias intensas, fuertes ráfagas de viento, oleaje y riesgo de sumersión, desde la noche del viernes al sábado y la jornada del sábado 14 de diciembre».
El presidente francés, Emmanuel Macron, publicó este domingo en su perfil de la red social X que estaba siguiendo «de cerca» la situación y que se habían movilizado «recursos estatales» y este lunes «llegarán más refuerzos», afirmaba.
Estelle Youssouff, diputada de la Asamblea Nacional francesa por la circunscripción de Mayotte, también se hacía eco de la tragedia en su perfil de X y pedía «ayuda estatal urgente», porque «los barrios marginales de Mayotte han sido arrasados y sus habitantes engullidos por el barro y las láminas de metal», se lamentaba.