En medio de un clima político cargado de tensiones, Venezuela vivió este viernes un controvertido episodio que marca un nuevo capítulo en su crisis institucional, donde el dictador Nicolás Maduro asumió un tercer mandato presidencial en un acto denunciado como fraudulento e ilegítimo por gran parte de la comunidad internacional y sectores opositores.
Desde el exilio, Edmundo González Urrutia, reconocido como presidente electo por millones de venezolanos y varios gobiernos democráticos extranjeros, emitió un mensaje en el que rechazó la autoproclamación de Maduro, calificándola como un “golpe de Estado” y reafirmó su compromiso con el retorno del orden constitucional en el país.
“Maduro ha violentado la Constitución y la voluntad soberana de los venezolanos expresada el 28 de julio con un golpe de Estado. Hoy se autocorona dictador”, sentenció González Urrutia en un video difundido a nivel internacional.
Señaló que al chavismo “no lo acompaña el pueblo ni ningún gobierno que se respete como democrático”, refiriéndose al apoyo de regímenes autoritarios como los de Cuba, Nicaragua y el Congo.
El líder opositor denunció además las acciones ejecutadas por el régimen para obstaculizar su regreso al país, como la activación de sistemas de defensa y el cierre del espacio aéreo. “Buscaban hacer conmigo en el aire lo que hicieron ayer contra nuestra líder (…) Esto habla de su cobardía y de su ausencia de escrúpulos”, expresó. Pese a estos intentos, González Urrutia ratificó su voluntad de regresar a Venezuela para asumir el cargo que asegura le corresponde como presidente legítimo.
“Sigo trabajando en las condiciones para mi ingreso a Venezuela y asumir, como lo manda la Constitución y me lo ha ordenado el pueblo, la Presidencia de la República y la Comandancia en Jefe de la Fuerza Armada Nacional. Represento la voluntad de casi ocho millones de venezolanos dentro de la patria y la de millones de compatriotas a quienes se les impidió votar en el extranjero, y tengo el deber de defender ese compromiso, como lo dijo María Corina Machado”, aseguró.
González Urrutia destacó el respaldo recibido por la comunidad internacional, clave en su lucha por la restitución democrática en Venezuela. “Países como Israel han reconocido nuestro triunfo” y señaló las sanciones recientes del Reino Unido, Canadá y Estados Unidos contra altos dirigentes chavistas. Expresó su gratitud hacia los gobiernos que han apoyado su liderazgo y urgió a otros a abandonar la neutralidad en este momento crucial. “En la lucha por la libertad no queda espacio para la neutralidad”, afirmó.
En su mensaje, González Urrutia dirigió un llamado directo a los integrantes de la Fuerza Armada Nacional (FANB), instándolos a desconocer las órdenes ilegales emanadas del régimen de Maduro. “Los soldados de nuestra Fuerza Armada Nacional son parte del mismo pueblo y al que le deben obediencia a través de mí, pues hoy soy presidente electo de la República Bolivariana de Venezuela y, gracias a una mayoría de votos expresados en las urnas y a los cuerpos militares y policiales, les ordeno el cese de la represión a las instituciones nacionales”, declaró.
Subrayó que la institucionalidad del país depende de su acción y que es necesario que las Fuerzas Armadas asuman su rol en la reconstrucción democrática.
Por último, González Urrutia dirigió un mensaje de unidad y esperanza al pueblo venezolano, al que pidió mantenerse firme en su lucha. “Les prometo que no fallaremos. Nuestro Padre Libertador nos inculcó el espíritu de lucha y del sacrificio por la libertad. La libertad siempre derrota a la tiranía y es la obra de la constancia. Gloria al bravo pueblo!”, aseguró con determinación.
Mientras tanto, la situación en el país sigue marcada por tensiones sociales, tras la toma de posesión de Maduro, percibida por amplios sectores como un acto de usurpación.
El futuro inmediato de Venezuela sigue siendo incierto, con una población dividida entre la resignación y la lucha por una transformación política. Las palabras de González Urrutia buscan avivar la esperanza de una transición democrática, respaldada por el apoyo internacional y la determinación de millones de venezolanos dentro y fuera del país.