El vehículo, propiedad de la empresa local Vivera Atlántico-Mediterráneo, fue interceptado sobre las 11 de la mañana cuando trataba de cruzar hacia Marruecos. Es el mismo camión que el pasado 8 de enero también tuvo que regresar a Ceuta por problemas burocráticos similares, frustrando nuevamente el objetivo de iniciar las exportaciones comerciales.
Los avances desde Ceuta y Melilla son un proceso complejo
Desde la Delegación del Gobierno en Ceuta han calificado el suceso como un paso más dentro de la primera fase para normalizar el tráfico de mercancías en la frontera. «Se están resolviendo los problemas técnicos dentro de un ambiente de colaboración mutua», han señalado. La delegada del Gobierno, Cristina Pérez, se desplazó personalmente al paso fronterizo para supervisar la situación.
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Mientras tanto, en Melilla se produjo el primer cruce de mercancías hacia Marruecos desde 2018 el miércoles pasado, lo que marca un contraste evidente con la situación en Ceuta, donde la aduana comercial aún no ha entrado en funcionamiento.
Imbroda reclama una apertura total
El presidente de Melilla, Juan José Imbroda, ha exigido la reapertura completa de la aduana comercial, recordando que el cierre unilateral por parte de Marruecos en agosto de 2018 ha afectado profundamente a la actividad económica de la ciudad. «No es suficiente que haya pasado una sola furgoneta. Son muchos años para un único cruce», ha declarado.
Imbroda también ha cuestionado las pruebas técnicas que retrasan la apertura definitiva y ha mostrado su escepticismo sobre la falta de avances significativos. «Los empresarios están hartos de pedir soluciones, y no podemos aceptar que se culpe a los melillenses de no haber reclamado antes«, añadió, en respuesta a las declaraciones del ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares.
Albares defiende los avances
Por su parte, el ministro Albares ha calificado estos primeros pasos como una señal del buen momento en las relaciones bilaterales entre España y Marruecos. «Este es el inicio para alcanzar una aduana normalizada», aseguró, destacando la importancia de consolidar este proceso de forma prudente y a través de anuncios oficiales.
Aunque la reapertura comercial en Melilla ha sido bien recibida como un paso positivo, la situación en Ceuta evidencia las dificultades de implementar acuerdos efectivos en ambas ciudades autónomas. La comunidad empresarial de ambas regiones espera con urgencia que las aduanas operen plenamente, permitiendo así una normalización real del comercio transfronterizo.