La Franja de Gaza ha experimentado este domingo un alto el fuego por primera vez desde noviembre de 2023, tras el acuerdo alcanzado entre Israel y Hamás. La tregua, que inicialmente estaba prevista para las 07:30 hora local, se retrasó casi tres horas debido a ajustes en los detalles del intercambio de rehenes israelíes por prisioneros palestinos. Finalmente, a las 11:15 (10:15 en España), el cese de hostilidades se materializó, según confirmó la oficina del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, en la red social X.
El acuerdo estipula la liberación de tres rehenes israelíes en esta primera fase: Romi Gonen, de 24 años; Emily Damari, de 28 años; y Doron Steinbrecher, de 31 años. Damari y Steinbrecher fueron secuestradas durante la masacre del 7 de octubre en el kibutz Kfar Aza, mientras que Gonen fue capturada en el festival de música Nova, ambos epicentros del ataque de las milicias palestinas que desencadenó la guerra en Gaza.
Según Hamás, la demora en el inicio del alto el fuego se debió a «razones técnicas», ya que el proceso requiere que los nombres de las rehenes sean entregados primero a la mediación de Qatar, luego comunicados a la Inteligencia israelí y, finalmente, a las familias de las víctimas. No obstante, fue el portavoz del brazo armado de Hamás, Abú Obeida, quien anunció públicamente los nombres de las tres mujeres que serán liberadas esta tarde.
Por su parte, el Ministerio de Exteriores de Qatar, cuya mediación ha sido fundamental para alcanzar el cese temporal de las hostilidades, también confirmó el acuerdo, asegurando que «los nombres de las tres rehenes que serán liberadas hoy han sido entregados a la parte israelí».
Un intercambio que comienza bajo tensión
El alto el fuego fue precedido por intensos bombardeos israelíes que, según la Defensa Civil del enclave, dejaron al menos 19 muertos y 36 heridos en Gaza entre las 07:30 y las 11:15. Por lo tanto, a pesar de la tregua, el ambiente en la región sigue siendo muy tenso.
No obstante, esta tarde Hamás entregará a Israel a las tres rehenes anteriormente mencionadas a cambio de 90 prisioneros palestinos. En total, el acuerdo contempla la liberación de 1.900 prisioneros palestinos a cambio de 33 rehenes israelíes durante un periodo de seis semanas. Entre los prisioneros palestinos se incluyen 1.167 detenidos desde el inicio de la guerra en octubre de 2023 y 737 previamente encarcelados, entre los cuales se encuentran figuras destacadas como Zakaria al Zubaidi, antiguo comandante del brazo armado de Al Fatá en Yenin, Cisjordania.
El intercambio se basa en criterios específicos, como la liberación de 30 prisioneros palestinos por cada mujer, niño o anciano israelí liberado. En el caso de los rehenes enfermos, la cifra se eleva a 110 prisioneros, mientras que por cada mujer militar israelí serán liberados 50 prisioneros. Los rehenes Avera Mengistu e Hisham al Sayed, que han estado cautivos en Gaza durante una década, conllevan la liberación de 30 prisioneros cada uno. Además, Israel se ha comprometido a liberar más de 1.000 prisioneros palestinos por los cuerpos de rehenes fallecidos que Hamás entregue.
Asimismo, el acuerdo establece que, tras 16 días de tregua, se negociará una segunda fase que podría incluir un cese permanente de las hostilidades y la retirada completa de las fuerzas israelíes que han convertido a Gaza en testigo de una violencia sin precedentes, que desde el inicio del conflicto ha dejado 46.900 palestinos muertos y más de 1.200 israelíes fallecidos.
Gran incertidumbre política
En el ámbito político, el acuerdo ha generado importantes divisiones en el Gobierno israelí, ya que el ultranacionalista ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir, anunció su salida de la coalición en protesta, calificando el pacto como una derrota. No obstante, el primer ministro, Benjamin Netanyahu, ha logrado mantener su posición gracias al respaldo de otros aliados radicales, como el ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich.
Mientras tanto, la Autoridad Palestina ha manifestado su intención de asumir el control de la seguridad en Gaza, pero Hamás insiste en que es la única formación capaz de liderar el enclave. Sin embargo, el alto dirigente de Hamás, Mahmoud Darwish, expresó su disposición a la unidad, asegurando que sus manos «están extendidas por la unidad en cualquier lugar y momento».
A este respecto, el ministro de Exteriores de Israel, Gideon Saar, ha reiterado que el alto el fuego no implica la consolidación del poder de Hamás, asegurando que el objetivo sigue siendo la liberación de todos los rehenes y el desmantelamiento de las capacidades militares del movimiento islamista.
De modo que, a pesar del cese efectivo de las hostilidades y de la llegada de ayuda humanitaria por parte de países como Egipto, que ha anunciado la entrada de decenas de camiones con ayuda a Gaza, lo cierto es que el futuro de la región sigue siendo muy incierto, ya que se mantiene condicionado por las tensiones políticas que puedan llegar a surgir y por los resultados de un acuerdo que tal vez marque un verdadero punto de inflexión en el conflicto.