Karim Jan (fiscal de la Corte Penal Internacional) ha señalado que los líderes talibanes son responsables de una brutal persecución basada en el género, que incluye actos como asesinatos, torturas, violaciones y desapariciones forzadas, dirigidos no solo contra mujeres y niñas, sino también contra personas consideradas como opositores o como no conformes con las estrictas interpretaciones ideológicas de los talibanes.
Acusaciones de crímenes de lesa humanidad
Según el fiscal, estos crímenes se han cometido desde el 15 de agosto de 2021, fecha en la que los talibanes tomaron el control de Kabul, y continúan perpetrándose en la actualidad.
En su declaración, Jan subrayó que desde el regreso de los talibanes al poder, las mujeres y niñas afganas han sido «borradas de la vida pública». Entre las prohibiciones impuestas se incluyen el acceso a la educación superior, la clausura de escuelas de secundaria, la prohibición de trabajar en ONGs —incluidas agencias de la ONU— y hasta la prohibición de salones de belleza, limitando aún más su participación en la sociedad afgana.
Avances en la investigación de crímenes graves por la CPI
La investigación de la CPI sobre Afganistán comenzó en 2020, tras la autorización de los jueces para investigar los crímenes de guerra y de lesa humanidad ocurridos en el país desde el 1 de mayo de 2003. Aunque inicialmente el anterior gobierno afgano intentó bloquear la investigación, la toma del poder por parte de los talibanes en 2021 permitió que la fiscalía reactivara el caso.
Karim Jan ha explicado que, en esta fase, la CPI está centrando sus esfuerzos en los crímenes cometidos por los talibanes y por el grupo Estado Islámico en Khorasan (EI-Khorasan). Entre las pruebas recogidas por su oficina figuran decretos oficiales, material audiovisual, informes forenses y testimonios de expertos y víctimas.
Estas órdenes de arresto son las primeras presentadas dentro de la investigación de la CPI sobre Afganistán. Sin embargo, el fiscal adelantó que habrá más solicitudes contra otros altos cargos talibanes en el futuro.
Una acción para la rendición de cuentas
Jan ha recalcado que la persecución de mujeres y niñas afganas es inadmisible y debe ser abordada con urgencia por la justicia internacional. «Nuestra acción indica que el statu quo para las mujeres y las niñas en Afganistán no es aceptable. Las supervivientes merecen que se haga justicia», afirmó. Asimismo, el fiscal señaló que la comunidad LGBTQI+ también ha sido objeto de una persecución sin precedentes bajo el régimen talibán.
Implicaciones internacionales
El caso pone de manifiesto la grave situación de derechos humanos en Afganistán desde el regreso al poder de los talibanes. Mientras organizaciones internacionales y defensores de derechos humanos celebran la decisión de la CPI como un paso hacia la justicia, el camino para ejecutar las órdenes de arresto sigue siendo complicado debido a la falta de cooperación del régimen talibán y de algunos actores internacionales.
La comunidad internacional observa con atención los próximos pasos en esta investigación, que podría marcar un precedente en la lucha contra la impunidad de los crímenes de género y la represión política en Afganistán.