El enfrentamiento entre Elon Musk y OpenAI, empresa propietaria de ChatGPT, ha escalado tras la oferta de compra de aproximadamente 92.800 millones de euros que el multimillonario presentó recientemente. La junta directiva de OpenAI ha rechazado unánimemente la oferta, afirmando que su único objetivo es “perturbar la competencia”.
Rechazo rotundo a la oferta de Musk
El presidente de OpenAI, Bret Taylor, ha comunicado este viernes 14 de febrero, la decisión en una carta dirigida a los abogados de Musk, dejando claro que “OpenAI no está a la venta”. En su mensaje, Taylor también ha asegurado que cualquier futura reorganización de la empresa se centrará en fortalecer su misión de garantizar que la inteligencia artificial beneficie a toda la humanidad.
El rechazo de la oferta también ha sido respaldado por el CEO de OpenAI, Sam Altman, quien ha respondido en la red social X con una frase tajante: “No, gracias, pero compraremos X por 9.740 millones de dólares si quieres”. Este comentario hace referencia al precio que Musk pagó por la plataforma en 2022.
Un conflicto de larga durada
El enfrentamiento entre Musk y OpenAI no es nuevo. Elon Musk fue uno de los 11 fundadores de OpenAI en 2015, aportando 45 millones de dólares en financiación inicial. Sin embargo, abandonó la empresa en 2018, citando posibles conflictos debido al enfoque cada vez mayor de Tesla en el desarrollo de inteligencia artificial.
Desde entonces, las tensiones entre Musk y Altman han ido en aumento, especialmente después del lanzamiento de ChatGPT, que desató una ola de interés global por la IA generativa. Musk fundó su propia empresa de inteligencia artificial, xAI, en 2023, lo que intensificó la competencia.
Motivaciones detrás de la oferta
La justificación de Musk para presentar la oferta de compra es su oposición a los planes de Altman de convertir OpenAI en una empresa con fines de lucro. Según Musk, este cambio pone en riesgo la misión original de la empresa de garantizar la seguridad de la humanidad frente a los peligros potenciales de la IA. Sin embargo, documentos presentados por Altman en juicios anteriores revelaron que Musk apoyaba originalmente la idea de la conversión a un modelo comercial, pero abandonó OpenAI al ver que no podría tomar el control.
El futuro de OpenAI
Actualmente, OpenAI opera con una estructura híbrida: una parte sin fines de lucro y una subsidiaria lucrativa. La empresa busca evolucionar hacia un modelo totalmente comercial para garantizar el capital necesario para el desarrollo de nuevos modelos de IA. Esta transición está siendo revisada por las autoridades de California y Delaware.
El director de asuntos globales de OpenAI, Chris Lehane, afirmó que la oferta de Musk fue diseñada para interrumpir los esfuerzos de recaudación de fondos de la empresa. Según Lehane, Musk es un competidor “que ha tenido dificultades para mantenerse actualizado con la tecnología y compite con nosotros en el mercado”.
Con una valoración estimada de 300.000 millones de dólares, OpenAI enfrenta el desafío de mantener su independencia mientras asegura la financiación para su desarrollo futuro. El rechazo de la oferta de Musk marca otro capítulo en la batalla por la supremacía en el sector de la inteligencia artificial, un terreno donde la competencia solo parece intensificarse cada día más.