El Partido Comunista de Venezuela (PCV) ha anunciado su decisión de no participar en las elecciones legislativas y regionales programadas para el próximo 27 de abril, argumentando la falta de garantías y transparencia en el proceso electoral.
La organización política considera que el actual contexto no ofrece condiciones democráticas mínimas para la participación, especialmente después de las elecciones presidenciales del 28 de julio de 2024, en las que el Consejo Nacional Electoral (CNE) proclamó la reelección del dictador Nicolás Maduro. Dicho resultado ha sido duramente cuestionado por la oposición, que alega la existencia de fraude y manipulación electoral.
A través de un comunicado oficial, el PCV compartió las conclusiones de su XV Pleno del Comité Central, realizado el pasado sábado. En el documento, el partido denunció que la investidura de Maduro, que tuvo lugar el 10 de enero, representa el “punto culminante de una conspiración de los poderes públicos”, los cuales, según la organización, se encuentran bajo el control de la cúpula cerrada del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV).
Además, el PCV sostiene que el actual Gobierno de Maduro es ilegítimo y carece de base legal, argumentando que su toma de posesión fue “ilegal e inconstitucional”. En este sentido, señalan que el CNE nunca presentó los resultados detallados de las elecciones presidenciales del 28 de julio desagregados por mesa de votación, como lo establece la normativa electoral en la Constitución. Para la organización comunista, esta omisión refleja la falta de transparencia y pone en duda la veracidad de los comicios.
Entre las razones que llevaron al partido a no postular candidatos para los comicios de abril, el PCV destacó lo que considera un “auge del autoritarismo y de la represión”, así como la existencia de “normas arbitrarias diseñadas para obstaculizar la participación política”. La formación política, que en los últimos años ha mantenido una postura crítica frente al gobierno de Maduro, ha sido objeto de una intervención judicial por parte del Tribunal Supremo de Justicia, lo que ha limitado su capacidad de acción dentro del escenario político venezolano.
¿Qué depara el futuro de Venezuela?
Mientras tanto, el panorama opositor sigue marcado por la incertidumbre. Este lunes, el Movimiento al Socialismo (MAS) hizo un llamado a la unidad dentro del sector opositor para definir una postura común respecto a los comicios de abril. La vicepresidenta del MAS, María Verdeal, advirtió sobre la falta de consenso entre los distintos partidos que se oponen al chavismo y señaló que esta división podría beneficiar al oficialismo. “La oposición se encuentra dividida entre participar o abstenerse, mientras que quienes están en el poder avanzan significativamente para instaurar un proyecto de país de forma unilateral”, expresó Verdeal en declaraciones recogidas en una nota de prensa.
Por su parte, el chavismo continúa con la selección de sus candidatos para los comicios de abril y avanza en su propuesta de reforma constitucional, una iniciativa que busca consolidar su control sobre las instituciones del Estado. Así mismo, la Plataforma Unitaria Democrática (PUD), principal coalición opositora, mantiene su reclamo de que se reconozca lo que considera fue la verdadera victoria en las presidenciales de julio, con Edmundo González Urrutia como ganador legítimo de los comicios.
Con este panorama, Venezuela se encamina hacia unas elecciones marcadas por la polarización política y el cuestionamiento del sistema electoral. La decisión del PCV de no participar en los comicios se suma a la incertidumbre sobre la postura del resto de la oposición, lo que podría incidir en el nivel de participación y en la legitimidad del proceso. En los próximos meses, se espera que los distintos actores políticos definan sus estrategias frente a un escenario cada vez más complejo y tenso.