El principal sospechoso es un ciudadano argelino que se encontraba bajo vigilancia de las autoridades antiterroristas y que había recibido hasta diez órdenes de expulsión del país. Además han sido arrestados dos de sus hermanos.
El presidente Emmanuel Macron no tardó en calificar lo sucedido como un «atentado terrorista«, mientras que el ministro del Interior ha señalado la falta de colaboración de Argelia en la deportación del sospechoso.
El Gobierno francés ha anunciado que el próximo miércoles celebrará un consejo interministerial para abordar la política migratoria y el control de la inmigración, tal y como ha manifestado el ministro de Exteriores, Jean-Noël Barrot, en una entrevista con la emisora Europe 1.