La gran manifestación en defensa del agua para todos celebrada en Murcia ha dejado en muy mala posición al gobierno de Zapatero porque incluye la presencia de los socialistas de Murcia y de Valencia y porque viene a rectificar, una vez más, la política contraria a los trasvases que inició este Gobierno de la mano de la ex ministra Narbona y que ya sufrió un primer revolcón cuando se aceptó llevar el agua del Ebro a Barcelona. Lo ocurrido en Murcia constituye por una parte una rebelión dentro del PSOE contra el gobierno de Zapatero y por la otra un desaire a la secretaria general del PP, Mª Dolores Cospedal, que aprobó en La Mancha el fin de los trasvases del Tajo al Segura, aunque luego el PP haya cambiado de opinión con motivo de la llegada del nuevo estatuto manchego al Parlamento nacional.
En el PSOE el responsable directo de este fracaso es José Blanco, quien acaba de recibir política y personalmente una sonada derrota en las elecciones de Galicia y al que ahora se le sublevan sus huestes en Valencia y Murcia mientras cunde la inquietud en el PSOE de Castilla La Mancha donde el presidente Barreda está desconcertado y posiblemente obligado a rectificar su condición intransigente e insolidaria con España en el tema del agua.
Vamos a ver que consecuencias tiene todo ello en el estatuto manchego donde ya no caben más ambigüedades y donde el PP ha dejado en mal lugar a su secretaria general, experta en oportunismos tan burdos como el de apoyar el bloqueo del trasvase o el de lanzarse en tromba en la crisis de la Caja de Castilla La Mancha cuando sus consejeros habían aprobado todas las decisiones de la entidad. Un terreno este de la Caja muy delicado en el que Cospedal ha jugado con fuego y contra los intereses de los manchegos llegando a pedir un debate en la asamblea de esa comunidad al que no se atrevió a comparecer para que no le preguntaran sobre la que era presencia en la Caja de su compañera del alma, otro que siempre votó favorablemente todas las decisiones de la Caja.
Los número dos del PSOE y del PP están pues en situación comprometida por sus actuaciones políticas aunque el vicesecretario socialista lo tiene mucho peor porque va de fracaso en fracaso mientras que Cospedal lo que tiene que hacer es separar de una vez sus cargos y sus funciones porque no pude estar en la misa manchega y replicando en Madrid como ha quedado demostrado con el agua donde ha apoyado decisiones contradictorias.
La política española atraviesa difíciles momentos especialmente en el campo de la economía y del paro, y no se puede perder en otros asuntos incongruentes y de menor cuantía que dañan la solidaridad interregional y la cohesión nacional como ocurre ahora con el agua.
O como está pasando con la financiación autonómica donde Zapatero y Blanco tienen graves problemas abiertos en Cataluña y Andalucía, que son el preámbulo de otras protestas autonómicas que echarán por tierra la pretendida reforma del sistema de financiación autonómico actual que debería, como lo del agua, quedar aparcada para darle a la economía y al paro toda la prioridad.
Marcello