Los 96 millones por Cristiano Ronaldo y los 65 por Kaká están pasando factura a Florentino Pérez. No sólo con las críticas recibidas -de indecente a vergonzante-, sino también por las dificultades que está encontrando en sus intentos por completar su proyecto con las contrataciones de dos o tres jugadores más, a poder ser españoles.
La plantilla inicia hoy la pretemporada y a Florentino se le está poniendo cada vez más cuesta arriba la españolización del Real Madrid. Los clubes vendedores se han apuntado a negociar sobre el listón marcado al alza por el presidente madridista.
Saben también estos clubes que juegan a favor del tiempo que falta para que se eche el telón al mercado de contrataciones del verano e intentan ponerle el cascabel al gato elevando casi de forma ‘escandalosamente escandalosa’ la cotización del futbolista objeto del deseo madridista.
Florentino sigue llamando sin éxito de puerta en puerta en busca de un defensa lateral zurdo -puede ser el ‘red’ Arbeloa- y un hombre ofensivo de banda -en la lista están Ribery y Cazorla-, pero la prioridad está en la necesidad de fichar a un centrocampista multiusos que cumpla las funciones de contención y organización del juego.
Un puesto clave y necesario para la ambiciosa superproducción de Florentino y para el que Xabi Alonso o Cesc Fábregas figuran en la ‘pole’ de las preferencias de los técnicos blancos.
Esto lo saben de sobra tanto el Liverpool como el Arsenal. Por eso están siendo dos objetivos en el límite de lo imposible. Dos jugadores que pueden obligar a Florentino a tirar de talonario con más esplendidez de lo que acostumbra cuando se trata de fichajes sin el cartel de galáctico.
Anoche fue el francés Benzema el que desfiló por 35 millones por la pasarela blanca. Un buen fichaje, sin duda. Pero a la gente le sigue faltando un Villa, un Cesc o un Xabi en sus cromos. Aunque Florentino no piensa de igual forma. Sobre todo porque parece dolerle menos rascarse el bolsillo con los futbolistas de fuera que con los de casa, por muy campeones de Europa que sean con la selección española.
Antonio Cubero