El presidente del Fútbol Club Barcelona, Joan Laporta sigue empeñado en mezclar fútbol y política apostando porque Cataluña debe ser una nación independiente de España. Una reivindicación que no es nada nueva en boca del dirigente azulgrana, pero que a unos días de la Diada de Cataluña, el 11 de septiembre, vuelve a saltar al primer plano de la actualidad.
El presidente del Barça se ha adherido a una manifestación independentista. Laporta será cabeza de la manifestación que se convoca bajo el lema «Somos una nación. Queremos un Estado propio». A Laporta se le presenta como «el embajador de la nación catalana en el mundo».
Laporta, que al término de esta temporada futbolística tendrá que dejar la presidencia del Barça, nunca ha ocultado sus apetencias políticas ni su marcado acento catalanista. Nunca lo ha negado desde que asumió la presidencia de la entidad azulgrana.
Como persona está en su pleno derecho a pensar y manifestarse como desee. De expresar sus convicciones políticas. Pero nunca mezclar política y fútbol utilizando un trampolín la presidencia de un club como el Barça, con cien mil socios y millones de seguidores repartidos por todos los confines del mundo. Y como máximo representante del equipo que se ha ganado la estima y el reconocimiento de todos por la calidad de su fútbol que mucho me temo no vaya a salir perjudicado por su culpa en más de algún campo de fútbol.
Antonio Cubero