Tras la ‘cinqueña’ goleada de anoche ante el modesto Zurich hay que festejarlo, pero no cabe la euforia desmedida ni sacar pecho. Ni mucho menos dar ya por hecho que el Real Madrid se va a pasear plácidamente en plan triunfal por los caminos de Europa antes de llegar el día 22 de mayo al Santiago Bernabéu y ‘cazar’ la Liga de Campeones es sumamente complicado. El Madrid, no hay que olvidarlo, lleva cinco ediciones en las que también se vendíó como ahora la piel de la ‘décima’ y se quedó en octavos sin la final.
Este Real Madrid ‘supergaláctico’ que ha construido Florentino Pérez y ha puesto en manos de Manuel Pellegrini tiene muy buena cara. Tiene más artillería -Cristiano Ronaldo, dos, con cantadas del portero incluidas, Raúl, Higuaín y Guti hicieron los goles- y cada partido lo convierte en un auténtico martirio para el portero adversario. Sin necesidad de tener que desarrollar un gran fútbol de conjunto, este Madrid puede regalarnos muchísimos goles. Con sus individualidades tiene más que suficiente para amedrentar y apabullar, por ahora, al rival de turno, se esconda o no protegiendo su portería.
La Champions no ha hecho más que empezar y los madridistas lo han hecho ante la ‘cenicienta’ del grupo. Pero en el horizonte del Madrid quedan en esta primera fase dos enemigos de más enjundia, como el Milan y el Oliympique de Marsella. Entonces será cuando los descuidos y la relajación en algunas fases del partido y en los dos tantos suizos los pueda pagar muy caro con el adiós a Europa. Y a la final soñada en casa.
Antonio Cubero