El Madrid, los dirigentes y socios y seguidores sueñan, desde hace varios años, con conquistar la décima copa europea, cifra redonda y para la que ha sido confeccionada esta temporada la segunda galaxia. Esta noche, ante uno de los históricos campeones continentales -entre ambos suman dieciséis títulos-, el Madrid debe comenzar a mostrar sus credenciales.
Hoy tiene el equipo madridista el primer examen de gran responsabilidad. Pese a que el equipo milanés no está en el mejor momento de su historia siempre cuenta con jugadores capacitados para dar un golpe de mano al menor descuido del contrario.
Madrid y Milán han protagonizado eliminatorias que están en el recuerdo de los aficionados aunque alguna de ellas sea historia, material de hemeroteca para la mayoría de los socios de hoy. Fue épica aquella confrontación con el Milán en la que se lesionó el central, Maldini padre, y ello facilitó la victoria madridista.
Aún está en la retina de millones de aficionados el vapuleo de San Siro cuando el gran equipo que montó Arrigo Sacchi le venció por 5-0 a la Quinta, que se fue del mundo de la competición si haber justificado continentalmente su fama y los generosos dineros con que les gratificó Ramón Mendoza.
Esta noche, en teoría, está más próxima la goleada madridista que el triunfo milanista. Pato y Ronaldinho, las dos señas de identidad brasileña, han entusiasmado en la última jornada liguera. Sin embargo, aunque Ronaldinho deseará recuperar fama con que justificar su contrato, no parece probable que cambie la historia.
El Madrid está obligado a ganar este partido. Lo que no entra, de momento, en el contrato, es manifestar «la excelencia».
Julián García Candau