Los indicadores económicos van mejorando en las principales economías desarrolladas, pero nada permite suponer que la economía global va a vivir una etapa de expansión desaforada ni mucho menos que ello vaya a suceder en un plazo de tiempo corto. Los inversores, que además escuchan a diario llamamientos a la prudencia y análisis que hablan de que las economías están aún débiles, no adoptan decisiones de riesgo con facilidad, a pesar de que los analistas y expertos dicen que es la hora de la renta variable y de la toma de posiciones en activos con mayor componente de riesgo. La proximidad de los máximos anuales en las Bolsas parece crear más miedo escénico que estimular las oportunidades de inversión. La actitud de los inversores desmiente continuamente estos consejos y les da la espalda. Quizás porque en el ánimo de los inversores, más que la decepción por las rentabilidades (que no tiene justificación en estos momentos en lo que atañe a la renta variable) se encuentra presente la desconfianza frente a algunos tipos de inversión, a la vista de las experiencias de los dos últimos años, que han dejado una estela de incertidumbre y falta de crédito hacia las instituciones de inversión.
En España, los problemas de solvencia en los fondos de inversión han sido, sin embargo, muy reducidos, aunque no han faltado. Pero han sido casos puntuales con unos niveles de pérdida bastante limitados, salvo en algunas contadas excepciones en las que las entidades se han hecho cargo de una parte sustancial de los quebrantos. Los fondos de inversión han sido víctimas, en estos dos últimos años, más de su éxito precedente que de este tipo de incidencias, lo que derivó en su momento una parte del dinero hacia activos de mayor garantía de rentabilidad y de seguridad, sobre todo lo primero. La caída de los mercados bursátiles y la inestabilidad de los mercados de acciones llevaron a los inversores a buscar nuevos activos, no sometidos a las convulsiones de estos últimos meses. Ahora están, sin embargo, en condiciones de regresar una vez queden solventados los últimos resquicios de desconfianza.
EL MEJOR
(Renta Variable Mixta) ————————> + 27,80 %
Los fondos de tipo mixto variable, que invierten la mayor parte de su patrimonio en activos bursátiles, se están beneficiando de las subidas que están experimentando este año los mercados de acciones con ganancias que llegan a rozar la del Ibex 35.
EL PEOR
(Renta Variable Mixta) —————————> – 8,95 %
En la parte baja de la clasificación de fondos de inversión mixtos especializados en renta variable hay unos pocos fondos en pérdidas, aunque de cuantía por lo general moderada, que raras veces llegan a superar los dos dígitos.
Primo González