El agotamiento de sus señorías ante el fin del curso político desata las especulaciones sobre la elección de la fecha del debate del estado de la nación a los días 14 y 15 de julio. Llegados a estos tiempos, al cansancio lógico se une la desconfianza: el pleno del 14 de julio abre una secuencia de sesiones que llevarán la actividad febril a la Cámara baja hasta atisbar el mes de agosto. La demora produce sorpresa en el PP, alentado por las encuestas, y la sospecha de que con ella el Gobierno trata de “diluir” los contenidos y manejar los tiempos, aunque “ya no tiene crédito” y “será el perdedor”. Desde el Gobierno se explica que la comparecencia de Zapatero ante el Parlamento Europeo a primeros de julio, donde hará el balance de la presidencia europea, pospone la fecha prevista de los días 6 y 7 de julio. Además, tras el debate, los grupos presentarán sus propuestas de resolución una vez conocidas las del presidente Zapatero. Así que agosto -el único mes inhábil tras la ampliación del periodo ordinario de sesiones en las Cortes Generales- se ve lejos.
Relegado el Plan de Economía Sostenible, y cuestionadas las políticas del Gobierno tras el “decretazo”, los grupos llegan al fin de curso con síntomas de extenuación, aún pendientes de la negociación sobre la reforma laboral. El giro de Zapatero, la acumulación de los efectos de la crisis y la debilidad del Gobierno desatan las expectativas. Algunos tienen prisa y otros prefieren la calma. El Gobierno intenta ganar tiempo para revitalizar su imagen, valorar si es preciso un cambio de caras o demorarlo a septiembre, ya con nuevas fuerzas para afrontar el desafío de conseguir los apoyos hacia el debate presupuestario. No se presenta fácil. Felipe González anuncia que “no cree” que habrá un adelanto electoral… Pero agosto será un punto de inflexión.
Tampoco el Senado ha dado un mayor impulso a las cuestiones pendientes. Decide continuar adelante con la renovación del Tribunal Constitucional, aunque ha rechazado a dos de los candidatos propuestos, uno de ellos -Enrique López- por el Partido Popular. Los portavoces de CiU y de la Entesa aprovechan para recordar al Tribunal Constitucional que no es el momento de dictar sentencia sobre el Estatuto de Cataluña. Pero María Emilia Casas, su presidenta, ya ha convocado para el próximo 10 de junio el pleno de este órgano para debatir sobre la sentencia que debe resolver los recursos interpuestos contra el Estatut. Quizás esta vez sea la definitiva.
No todo son crisis o especulaciones sobre la durabilidad de la legislatura. Fuera de Madrid, la vida sigue. En Euskadi, la Fundación Ramón Rubial entrega al ministro Rubalcaba uno de sus premios en reconocimiento a su “defensa de los valores de igualdad, solidaridad y libertad”. Una caricia frente a las rudas polémicas que encarniza en el Congreso. No era un mal día, en el que se había producido la detención en Hendaya del presunto enlace de los jefes de la banda. Sus palabras definitorias sobre el llamado proceso de paz, “ETA acabó en el 2007 con la posibilidad de un final dialogado”, no han disuelto todas las dudas sobre los movimientos de diálogo con el brazo político de ETA. Pero eran un bálsamo en tiempos de incertidumbres.
Chelo Aparicio