Estimada Sra. De Cospedal:
En mi primera columna en Estrella Digital advertía de los peligros que acarreaban Usted y el mes de Agosto juntos. No me quedé corto, aunque este verano ha estado mucho más floja que el anterior, como ya dije.
González Pons, incluso marcando paquete en sus paseos estivales en vaqueros, no le ha hecho sombra, pero José María Aznar, sí. Y debería preocuparse por ello. Usted y también su Jefe, el de la tumbona.
El verano político ya lo dimos por terminado hace casi dos semanas. Menudo alivio, aunque lo peor es el curso que nos queda por delante. Y en eso, estimada Sra. De Cospedal, tiene mucho que ver y decir. Aunque lo que dice, en muchas ocasiones, se escapa de la lógica.
Desde mi admiración personal, no obstante, debo hacerle algunas reflexiones.
Es muy posible que no se haya enterado de lo que realmente ha ocurrido estas semanas en las calles de España. Incluso es más que posible que tampoco conozca lo que pasó en Castilla-La Mancha de donde, como bien sabe, es presidenta regional del PP. Supongo que este último papel no lo ha olvidado, o sí, porque con tanto pluriempleo reconozco que es muy difícil centrarse. Yo no soy Usted, si bien, le reconozco una alta capacidad de trabajo. Es cierto que resulta muy complicado ser secretaria general del PP –el de Génova-, presidenta del PP de Castilla-La Mancha y senadora del Senado de España. Convendrá conmigo que así no se puede. Lo que no puede ser, no puede ser y, además , es imposible, que decía El Gallo.
Con todo mi respeto y reiterada admiración, Sra. De Cospedal, yo la veo muy dispersa. Con muchas, demasiadas, cosas entre manos.
Si nos atenemos al manual de estilo de comunicación, como segunda del PP –el de Génova-, se le nota que va con la lección aprendida o, con lo que ahora llaman, el argumentario. Ignoro quien se lo suministra, pero queda a la vista que Usted no se concentra, titubea, repite palabras, se equivoca, mira los papeles y no tiene una mirada franca. En sus intervenciones públicas no está fresca. Desaprovecha los veinte segundos que valen un corte en radio o un total en televisión. Demasiados errores de fondo y forma para un primera espada. Parece como si no hubiera tenido tiempo para memorizar los titulares. Sus asesores de comunicación deberían decírselo y, si no lo hacen, ya se lo he dicho yo.
Y esas carencias también se notan en el papel que desempeña en Castilla-La Mancha. Como dicen en esa tierra, no se puede estar en misa y repicando. Demasiado pluriempleo.
Si Usted repica en Génova, no puede ir a misa en la que región de la que es presidenta del PP, como creo que sabe. Por mucho que quiera estirar la semana apenas le da para estar dos días, sin sus noches, en Castilla-La Mancha. Por ello no se extrañe, Sra. De Cospedal, de que entre sus propios militantes la miren con muchas dudas y recelos. Del modo que lleva la oposición a Barreda, a mi juicio, jamás le ganará en unas elecciones. Y mire que Zapatero se lo está poniendo fácil.
Permítame, Sra. De Cospedal, que le diga que no se puede ser lideresa, como diría la Gran Señora de Madrid, dirigiendo el partido desde el teléfono móvil, ir a los toros en Ciudad Real para defender la Fiesta en una región en la que no hay dudas, o visitar el nuevo Museo del Ejército de Toledo, con el señor de la tumbona, días después de su inauguración para salir en los periódicos.
Hace poco más de una semana tuvo una gran oportunidad para comprobar lo malo que es el pluriempleo. Eso de participar simultáneamente en el Debate sobre el Estado de la Región –el de Castilla-La Mancha-, y la reunión de la cúpula nacional de su partido, que Usted organizó en Toledo para intentar solapar en los medios lo que ocurría en las Cortes regionales, no le ha servido de mucho. Descontados los palmeros de uno y otro lado, bien sabe que, una vez más, perdió el envite con Barreda.
Apreciada Sra. De Cospedal, de su intervención en el Debate no queda nada para la posteridad. Si acaso, el titular de que privatizaría la televisión autonómica de Castilla-La Mancha si ganaba las elecciones de 2011. Pues no lo entiendo, permítame que le diga. Hace exactamente un año en un Debate similar propuso reducir el presupuesto de ese Ente público. Se supone que Usted se rige por un programa estable. Y digo bien, estable y no al socaire de unas circunstancias desconocidas para los ciudadanos. ¿Podría explicar qué ha sucedido para ese cambio de criterio y de programa y que Usted proponga ahora la privatización? Me gustaría saberlo y, si es posible, que nos lo pueda aclarar.
Aunque tiempo habrá, espero, para hablar de televisión, debo recordarle que Usted formó parte de un gobierno en Madrid, presidido por la Gran Señora, que dilapidó, hace casi ocho años, el capital de pluralismo, independencia y referencia informativa que históricamente siempre ha tenido Telemadrid. Hasta hace casi ocho años. Ya sabe.
Su credibilidad a la hora de querer privatizar Castilla-La Mancha Televisión es, al menos, oportunista. Y resulta muy extraño que lo quiera hacer ahora. ¿Por qué no antes? ¿Por qué no el año pasado? ¿Qué cosas han cambiado?
¿Nos lo puede explicar, Sra. De Cospedal?
Alfonso García