La boda de Jaume Collboni, diputado del PSC en el Parlamento catalán y ex jefe de campaña de José Montilla, y Óscar Cornejo, co-propietario de La Fábrica de la Tele y cerebro de programas como La Noria o Sálvame de Tele 5 se ha convertido en un acontecimiento social. O, mejor, en un acontecimiento del color rosa y no lo digo por el hecho de que haya sido una boda gay y pueda parecer un juego de palabras. En esta España tan progre está demodé cuestionar los matrimonios de homosexuales, aunque sean una discriminación hacia los heterosexuales, y yo no lo voy a hacer.
A mí no me preocupa lo más mínimo que los gays se casen o se separen. Lo que si me llama la atención ha sido el boato que le han dado a ésta. Parecía más bien una boda guionizada de película española que de algo natural. Incluso, algo así como uno de esos programas de Tele 5 en los que se mezcla todo y todo vale.
A ella han asistido Jorge Javier Vázquez, Jordi González, Lydia Lozano, Karmele Marchante, Mila Ximénez, la princesa Belén Esteban, Gloria Serra, Risto Mejide, Carmen Alcaide o Sandra Barneda e, incluso, el gran Paolo Vasile. Si contar claro con una gran parte del socialismo catalán. Vamos, una especie de Sálvame Deluxe.
Es más, yo diría que la boda Collboni-Cornejo ha sido el maridaje perfecto de esa España que tanto gusta a la progresía.
Pinocchio