En el último editorial de Estrella Digital, “Aznar, su amor a Libia y la deslealtad a España y al PP” se ponía en duda el patriotismo y lealtad del expresidente del Gobierno, José María Aznar, a España y al partido al que pertenece. Los efectos de la famosa conferencia de Nueva York ,en la que desplegó todo el odio que, desde 2004, rezuma contra el presidente Zapatero y el PSOE, han sido más serios de lo que a simple vista pueden parecer. El odio, la deslealtad y el antipatriotismo que ha sembrado, como si fuera la cizaña del Nuevo Testamento, están causando mucho más daño de lo imaginable porque, al contrario de la parábola, parece que la cizaña se está “comiendo” al trigo.
Es lo que les faltaba a dos auténticos «kamizes» de la palabra, como Blanco y Pons, para lanzarse puyas. El esfuerzo realizado por miembros del Gobierno y del PP para ir en la misma dirección en la política exterior, está a punto de irse al traste gracias a estos “gatillos calientes” que, contaminados por la sembranza de cizaña de Aznar, lejos de quemar las gavillas de maleza, parece que la resiembran para ensuciar más barbechos. José Blanco y Esteban González Pons están equivocando el terreno que pisan. Especialmente, y por las últimas declaraciones, el Vicesecretario de Comunicación del PP que, en otro alarde de “lengua suelta”, ha llamado “chorra», «ridículo» y «payasete» al ministro de Fomento, José Blanco, por vincular la relación de Gadafi y Aznar con la de Camps y ‘El Bigotes’. Hasta en el PP hay serias dudas sobre las amistades peligrosas que ha cultivado Aznar y la conveniencia de que el exlíder siga haciendo esas declaraciones en contra de España. Por eso, en el entorno más cercano a Rajoy, no se entienden los arrebatos de González Pons que, como el expresidente, parece que va por libre.
En las últimas horas Aznar ha hecho un nuevo intento de retorcer la historia y de matizar sus propias palabras de la semana pasada. Hay que decir que no lo ha conseguido, tampoco creo que le interese. En todo caso el daño ya está hecho y cada vez que abre la boca lo estropea todavía más. No parece que estos episodios sean lo que le conviene a un partido que tiene el recorrido franco para hacerse, en las próximas elecciones, con el gobierno de plazas insospechadas hasta ahora.
Pero la sombra de Aznar asusta.
Incluso a muchos votantes del PP. Lo mejor será leer el Evangelio.
«El Reino de los Cielos es semejante a un hombre que sembró buena semilla en su campo. Pero, mientras su gente dormía, vino su enemigo, sembró encima cizaña entre el trigo, y se fue. Cuando brotó la hierba y produjo fruto, apareció entonces también la cizaña. Los siervos del amo se acercaron a decirle: «Señor, ¿no sembraste semilla buena en tu campo? ¿Cómo es que tiene cizaña?» Él les contestó: «Algún enemigo ha hecho esto.» Le dijeron los siervos: «¿Quieres, pues, que vayamos a recogerla?» Les dijo: «No, no sea que, al recoger la cizaña, arranquéis a la vez el trigo. Dejad que ambos crezcan juntos hasta la siega. Y al tiempo de la siega, diré a los segadores: Recoged primero la cizaña y atadla en gavillas para quemarla, y el trigo recogedlo en mi granero.»» (Mateo 13, 24-30).
Alfonso García