La entrevista en el programa Los Desayunos de TVE a la Secretaria General del PP, María Dolores de Cospedal, está cosechando todo tipo de comentarios, análisis y debates sobre las televisiones públicas. Con independencia de lo que tan acertadamente siempre opina nuestro “Pinocchio” en Estrella Digital, cuando un periodista se sienta frente a frente con un invitado en un plató de televisión, lo hace sin ningún tipo de predisposición adversa y pensando solo en la información. Claro, siempre que no estemos hablando de Carlos Dávila, Isabel San Sebastián, Esther Esteban, Curri Valenzuela, Federico Jiménez y otros ogros del mismo tipo y pelaje.
El caso es que la dichosa entrevista ha amasado tanto lodo, que lo que se está poniendo en cuestión es la necesidad o no de que sigan existiendo las televisiones públicas. Llegados a este punto, provoca hilaridad que la dirigente popular Ana Mato diga sin ruborizarse que «habrá que hacer una reflexión sobre las televisiones públicas, que no deben estar teledirigidas por los políticos». Y añade que “TVE está dirigida por el Gobierno».
¿Es el mundo al revés, un chiste o, simplemente, que no tenía su día?
Que se sepa, Ana Mato vive en la Comunidad de Madrid y en algún momento del día, además de Intereconomía, debe ver TVE y Telemadrid.
Telemadrid ¡ay!, como tituló con infinito dolor Francisco Giménez-Alemán su último artículo en Estrella Digital, era un retrato fiel de lo que fue y en lo que se ha convertido la televisión pública madrileña. A lo mejor es a lo que se refería Ana Mato que, al pronunciar esas palabras, podría estar pensando también en las televisiones de Murcia, Valencia o Galicia.
Por supuesto podría llegarse a la misma conclusión con Canal Sur, Televisión de Aragón, Extremadura y Castilla-La Mancha. En este último caso, María Dolores de Cospedal, que aspira a suceder a José María Barreda, ha denunciado –como lo hizo en TVE- la manipulación y opacidad en la televisión que dirige Jordi García Candau. Considerando que puede tener razón, no es menos cierto que la candidata estuvo en el Gobierno de Madrid con Esperanza Aguirre y que, por acción u omisión, es parte del desdoro que desde 2003 contamina Telemadrid.
La limpieza que hoy pregona en Castilla-La Mancha la podría haber defendido en Madrid cuando formaba parte del Gobierno de Esperanza Aguirre. Los espectadores y trabajadores se lo habrían agradecido.
Aunque es posible que no quisiera tanto.
Editorial Estrella