En estos días, Frau Merkel ha llamado al orden por segunda vez en el plazo de un año, a nuestro presidente del gobierno, ahora a cuenta del cierre del Pacto Laboral y a la necesidad que tiene España de demostrar a los mercados que está dispuesta a hacer los cambios que sean necesarios. Zapatero y el gobierno, que parecen actuar a golpe de puntapié, se han puesto a ello y aunque el acuerdo está ya horneado, no se va a hacer público hasta después de las elecciones del día 22.
Bajo mi punto de vista, hay dos preguntas que debemos hacernos: ¿Va a servir para algo este Pacto Laboral? y ¿Va a tener efecto en el crecimiento de nuestra economía y en la creación de empleo?
Con respecto a la primera pregunta, creo que sí que va a servir para algo porque, en su aspecto más importante, llevará la negociación colectiva al área concreta de cada empresa, sacándola de la más general que es la negociación de cada sector. Esta forma de proceder hará que a la hora de negociar, se tenga mucho más presente la situación de la empresa que negocia, y no sólo la del sector en el que opera.
Con respecto a si va a tener un gran efecto sobre nuestra economía y sobre el desempleo pienso que el efecto no va a ser muy importante, ya que quedarse sólo en unas reformas sobre la negociación colectiva en sí y en otros aspectos, digamos, menores, no es ir demasiado lejos porque no se aborda el asunto de la reforma del modelo salarial propuesto por Bruselas y Frau Merkel, que consiste en ligar la evolución de los salarios a la variación de la productividad y no a la variación de la inflación.
Parece ser que la reforma del modelo salarial ha sido pospuesta al año que viene y la verdad es que no se entiende bien cual es la causa de la demora, cuando esa reforma es muy necesaria en estos momentos para nuestro país. Estamos viendo cómo en el primer trimestre del presente año la subida salarial media en España es de un 3,1%, consecuencia de las cláusulas de revisión de los convenios por aumento de la inflación, y nuestro IPC armonizado es del 3,3%, mientras que el del área Euro es del 2,7%. Esto nos hacen perder de nuevo competitividad y eso no es precisamente lo que necesitamos. Supongo que Zapatero recibirá un nuevo puntapié de Merkel más pronto que tarde.
Dando vueltas al asunto, se me ocurre, que tal vez la causa de la demora pudiera ser que el acuerdo para la reforma salarial debiera ser a tres bandas, sindicatos, patronal y gobierno y posiblemente, el gobierno en estos momentos no esté dispuesto a ese acuerdo porque estamos en campaña electoral y no conviene echar jarros de agua fría a los votantes y la reforma salarial no viene fría sino helada. Además, en un acuerdo de este tipo, el gobierno debe comprometerse a mantener la inflación en valores razonables de manera permanente y a tratar de minimizar otros costes que intervienen en la producción, tales como la energía, los impuestos o los costes sociales y eso es una gran responsabilidad y este gobierno y el sentido de la responsabilidad no se llevan muy bien.
En fin, que si la reforma salarial se retrasa mucho creo que los españoles deberemos dirigirnos a Frau Merkel para rogarle que se ponga las botas de nuevo y le propine otro puntapié a nuestro presidente a cuenta de la reforma pendiente. Me pregunto, ¿será Zapatero masoquista?
José Luis Martín Miralles